Ajuste 2017: La obsesión de Macri a sus ministros, bajar el gasto y priorizar el ahorro

Pidió revisar las cuentas y desprenderse de "programas prescindibles", aunque también llamó a evitar los despidos; el objetivo es equilibrar las cuentas y revertir el déficit de $ 400.000 millones

En el último retiro, lo espiritual no fue lo central. Hay algo que preocupa mucho al gabinete y es que la economía no reacciona.  Lo dijo el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y lo repitió con especial énfasis el presidente Mauricio Macri. "Hay que bajar el gasto en cada uno de los ministerios, no es Alfonso [Prat-Gay] el único responsable de eso". Los miembros del gabinete nacional, se comprometieron a "revisar las cuentas" de sus carteras. El propósito es encontrar superposiciones de gastos, actividades o programas "prescindibles" para contribuir con un objetivo que Macri considera prioritario: equilibrar las cuentas públicas.

Con las erogaciones comprometidas a distintos sectores hacia fin de año (bono a estatales, mejoras para movimientos sociales, ayuda a gobernadores y eventuales gastos derivados del impuesto a las ganancias), la necesidad de ahorrar se volvió imperiosa.

"El déficit fiscal de la Argentina no es sostenible en el mediano plazo, ¡son más de $ 400.000 millones! Es un montón de plata que no podemos ni imaginar!", se exaltó el Presidente el miércoles pasado, en su paso por Mendoza, y con Sergio Massa entre ceja y ceja por el avance del proyecto opositor de Ganancias en la Cámara de Diputados, que de aprobarse en el Senado "desfinanciará" al Estado, desde la óptica de los más altos funcionarios del Poder Ejecutivo.

La obsesión del Presidente por lograr números que cierren a mediano plazo no es nueva. Por eso, no resultó raro para los ministros escuchar la arenga presidencial.

"Con la necesidad de financiamiento externo que tenemos, y si las inversiones no llegan con el ritmo que esperamos, tenemos que tratar de revisar nuestras cuentas para aportar", afirmó a un ministro que conoce bien al Presidente. La idea, coincidieron otro ministro que no proviene de Pro y un asesor presidencial, es no hacer "locuras", echando empleados o cerrando programas necesarios. Pero sí ser "prudentes" y ajustar "lo más que se pueda" en gastos superfluos o innecesarios. Habrá especial cuidado en el "gasto social", que creció de manera exponencial durante los últimos meses y en la proyección para el año próximo.