La baja en el consumo pega fuerte en súper chinos

La retracción del consumo, que llegó a todos los niveles socioeconómicos y a todos los canales de venta, se siente con mayor impacto entre las góndolas de los autoservicios chinos.

Este sector no dejó de abrir nuevas bocas en la última década y de ganar clientes de manos de los grandes súper e hipermercados tras la crisis de 2002. Así llegó a conquistar en 2010 el 19% de las ventas del consumo masivo.

Pero como consecuencia de esta retracción hoy concentra el 16,8%.

Desde fines del año pasado, a partir del enfriamiento de la economía y de la acción erosiva de la alta inflación en los bolsillos de los consumidores, la década de bonanza para los asiáticos parece haber llegado a su techo.

Hoy el sector no solo pasó un primer semestre sin nuevas aperturas, sino que experimentó el cierre de muchos de sus locales por la caída de las ventas.

Actualmente, el ticket promedio, que varía según las zonas, oscila entre los $55 y $85 pesos.

Esto es un 25% menos respecto de lo que vendían el año pasado.

En junio, según Calvete, las ventas en almacenes y en los autoservicios chinos cayeron 3,6%, teniendo en cuenta los productos de la canasta básica. Pero los comercios se mantienen fuertes en las ventas de vinos, y en las segundas marcas de comodities, como harina, azúcar, polenta y tomatados, entre otros.

En los últimos dos meses, según Yolanda Durán, de CEDEAPSA, la otra cámara del sector, la baja de las ventas se hizo más evidente. "Los comerciantes nos transmiten que la gente no tiene liquidez y que disminuyen las unidades de compra", cuenta.

De todas maneras, el sector busca nuevas estrategias para sostener el negocio. "Por ejemplo, en estos días cerramos un acuerdo con varias panaderías de La Matanza y de Lanús para vender el pan a $14", cuenta Durán.

"Ganamos nosotros y también los panaderos: el punto está en hacer alianzas estratégicas de este tipo para conseguir mejores precios y repuntar el negocio", dice.