Camino a la gloria

Estudiantes

La mística de esos vehículos diferentes, con historia, no pueden arruinarse. Y, como siempre es necesario el mantenimiento, en estos años estuvo guardado en el taller. Salió hace poco, bastante renovado, pero con la misma esencia, incluso, más autóctona y con sentido de pertenencia. 

El Rastrojero de Verón, aquel que se forjó en la conquista del 2010, volvió a circular por el torneo argentino, donde continúa a paso lento, pero firme y seguro. Es regular y cumple, porque nunca te deja a pie y siempre llega a buen puerto. Eso sí, ahora con un estilo más juvenil y europeo en su interior…

Así se viene asemejando la campaña de Estudiantes, que mantiene la solidez y regularidad por encima del resto. Nada de lujos, pero sí con resultados, y es por eso que hoy está en lo más alto del certamen con serias chances de completar, antes que todos, un largo recorrido más. 

El Pincha tiene un fixture complejo de acá hacia adelante, porque la inminente parada es Rosario, con un paisaje diferente y un clima bastante intenso para soportar. Pero este equipo, que volverá a tener a su conductor a bordo esta misma tarde, expira tranquilidad y confianza para dejar atrás una ciudad competente. 

El León, con su andar moderado, prefiere no fundir el motor acelerando cuando no es el momento de hacerlo. Precisamente modificar el libreto o cambiar la ruta sería ir en contra de sus convicciones. La irregularidad es el principal enemigo de la mayoría en esta competencia, mientras que la antítesis es la virtud albirroja que tienen los de Mauricio Pellegrino.

Este Rastrojero también va superando paradas en un certamen muy particular, con escasos puntos, pero citas reiteradas. En el horizonte mismo hay otros que quieren llegar al mismo destino, tal como Godoy Cruz, que sin querer se metió en la conversación cuando sus metas están depositadas en volver a competir un año más en esta categoría. En la misma sintonía está Colón, que sorpresivamente se coló entre los primeros lugares y comparte la zona de privilegió con Estudiantes.

En tanto, San Lorenzo, al que observa por el espejo retrovisor, no deja de ser una piedra en el camino por todo lo que significa, y más aún cuando su orgullo lo agranda para defender la corona que le pertenece por haber sido el último campeón.

De todos modos, el Pincha ha sabido sortear cada una de las barreras y su ventaja es que tropezó una sola vez (con Boca), por lo que es más factible que lo siga haciendo el resto en este trayecto que el Rastrojero ya conoce y quiere volver a repetir… 

GIMNASIA

Se adapta a todo tipo terreno. Tiene perfil bajo, pero es fiel y muy rendidor. Y así lo fue y viene siendo desde hace dos campañas, incluso desde aquella pretemporada en Estancia Chica en la que hubo un antes y un después, porque a partir de ese enero de 2013 se encontró el rumbo exacto para estar hoy donde se está.

El Buggy de Pedro (Troglio), que comenzó recorriendo el país en su aventura por el torneo de la Primera B Nacional, hoy parece estar preparado hasta -si se anima- para afrontar el Rally Dakar, porque tiene un destino fijado en el que logra sobreponerse ante cualquier obstáculo y se acomoda en las diferentes superficies tal como si corriera con un gps.

Este Gimnasia tiene solidaridad, unión y, por sobre todas las cosas, convicción. Eso mismo es lo que lo llevó a estar en la pelea del torneo Final sin desviar el objetivo de la famosa Permanencia, que ya está abrochada con los 50 puntos en la temporada cuando recién hace nueve meses que retornó a la máxima divisional. Y, tal como viene sucediendo, no desvía la mirada, porque sabe que cada paso es una estación y la próxima parada será All Boys en el estadio del Bosque.

Al Lobo le quedan cinco estadías contra rivales que tienen que pelear por sus respectivas misiones, algo que, sin tener en cuenta la tabla de posiciones, asoma problemático para un combinado que ha sentido la presión, pero que se agranda en las difíciles. 

El Tripero, más allá de permitirse ilusionar con alcanzar la gloria en esta etapa decisiva del fútbol argentino, es consciente que debe mentalizarse en el “partido a partido” y dejar para cuando sea el momento los compromisos ante Argentinos, Lanús, Quilmes y Boca. Hoy, sólo se piensa en el Albo.

Los demás, que vendrán cuando tengan que venir, están sumergidos en momentos diferentes pero con la misma necesidad de aferrarse a los tres puntos: el Bicho y el Cervecero por el promedio; el Xeneize por la pésima actualidad; y el Granate con la esperanza de ser campeón.

Gimnasia ha fallado en épocas anteriores por confundir para qué estaba o anticiparse a los hechos. De todos modos, este grupo, al que nadie le puede reprochar nada, parece estar más seguro de sí mismo y con el objetivo claro para lo que está y apunta.

Este Buggy, que tiene diferentes tipos de combustibles, aún le sobra nafta, y, más allá que no está del todo equipado, tiene las ruedas infladas y está más que preparado para la recta final…