Carrillo honró la cinta y lo mantuvo con vida

El capitán albirrojo apareció en un momento muy difícil y marcó un golazo para llevar las cosas a los penales, donde volvió a acertar

Guido Carrillo nunca olvidará esta serie ante Peñarol de Montevideo. El delantero albirrojo honró la cinta de capitán durante los 180 minutos y fue decisivo para que el Pincha lograra el boleto a los cuartos de final de la Copa Sudamericana.

En La Plata marcó el gol de la victoria al hacerse cargo del penal sobre la hora, mientras que en Uruguay le devolvió el alma a Estudiantes cuando peor lo pasaba. Sobre los 26 minutos del segundo tiempo, el atacante aprovechó una recuperación de Román Martínez y no dudó pese a la distancia que lo separaba del arco de Pablo Migliore: bajó la cabeza, miró el balón y sacó un potente remate bajo que se clavó junto al palo derecho del Loco. 

El futbolista oriundo de Magdalena estiró así su positiva racha personal, ya que el pasado sábado le había anotado a Banfield para permitirle al León sumar un punto en el estadio Florencio Solá. En este semestre, también le había anotado a Arsenal de Sarandí, Vélez Sarsfield (campeonato de Primera) y Douglas Haig (Copa Argentina).

Si bien arrastraba un problema físico, Carrillo se quedó en el campo de juego del estadio Centenario sin chistar y luchó constantemente contra los defensores del Manya, a quienes anticipó varias veces en la lucha aérea.

Le rompió el arco

En la tanda de penales, el número 9 dejó atrás el fantasma de aquella definición negativa ante Huracán y le rompió el arco a Migliore con un derechazo cruzado que sólo detuvo la red. 

Hilario Navarro se terminó robando el protagonismo con sus atajadas pero eso no le sacó brillo a la actuación de Carrillo, clave para mantener con vida al Pincha en el gran objetivo del semestre.

Vuaden le dio una “mano” a Peñarol

Leandro Vuaden omitió la sanción de un penal a favor de Estudiantes en el arranque del partido que podría haber cambiado la historia. Diego Vera envió un centro cruzado al área chica, Pablo Migliore desvió el balón y Damián Macaluso impactó con uno de sus brazos el esférico, que terminó saliendo a centímetros del palo derecho del arquero del Manya.

El defensor uruguayo tuvo tiempo para evitar el contacto, ya que la distancia entre él y Migliore no era mínima y la velocidad del rebote no era muy elevada. 

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