“Cumplí el sueño: jugué con la 10 de la Selección”

Tras la odisea vivida en Ecuador, Leandro González, jugador de Atlético Tucumán, habló con Hoy y contó sus sensaciones sobre el épico partido. Además, repasó la historia de la emblemática casaca

Apasionante. Increíble. Insólito. Sobran adjetivos para describir lo acontecido  en la noche del martes, cuando Atlético Tucumán visitó a El Nacional de Ecuador y liquidó la serie con la victoria por 1 a 0 (2 a 2 en la ida) para acceder a la siguiente instancia de la Copa Libertadores.

Desde todo punto de vista, lo ocurrido puede englobarse en un bochorno administrativo y organizativo desde todas las partes, pero, ¿quién le quita la felicidad a Atlético Tucumán? Lo que pintaba como la peor noche de su historia pasó a ser una jornada épica, en la que vistió la camiseta del seleccionado argentino, ganó de visitante y accedió a la siguiente ronda del máximo torneo de Conmebol, siendo esta su primera excursión. 

El Decano, que se había instalado en Guayaquil para evitar los efectos de la altura de Quito (unos 2.700 metros sobre el nivel del mar), no pudo salir a tiempo y el vuelo de la empresa Aerovías Dap SA se terminó cancelando.

Un exhombre de Estudiantes, Leandro González (campeón con el Pincha en el Apertura 2010), fue partícipe de esta epopeya, pero además utilizó una camiseta que todos sueñan con lucir: la número 10. Específicamente, usó la casaca que emplea Ezequiel Barco en el Suda­mericano Sub 20 de Ecuador.

La delegación tucumana, al llegar de forma improvisada a Quito para disputar el partido, no pudo trasladar la utilería y los jugadores tuvieron que recurrir a los botines, medias, pantalones y camisetas del seleccionado argentino Sub 20.

—¿Qué pasó por tu cabeza tras lo ocurrido?

—Fue toda una odisea. No saber qué pasaba, tener el vuelo varado. Se dieron distintos factores que aumentaron la incertidumbre. Por suerte todo terminó bien. El trayecto en el que pasamos desde Guayaquil hasta Quito nos hizo más fuertes, sabíamos que una a favor íbamos a tener.

—¿Cómo se encuentra el grupo?

—Estamos más que felices. Obviamente queremos agradecer a los chicos del Sub 20 por prestarnos la ropa y los botines. Nosotros íbamos a salir a la cancha con zapatillas, porque el partido lo queríamos jugar y estos choques se ganan en la cancha. Estamos orgullosos y tranquilos, pensando en lo que viene. Pusimos el pecho y el presidente se movió. Nosotros no podíamos defraudar a nuestra gente, que además acompañó en gran número. 

—¿Sos consciente de que jugaste con la casaca número 10 de Argentina?

—Debíamos jugar con los números de la lista de buena fe y, como yo uso el 10 en Atlético, tuve que utilizar el mismo. Vi cómo estallaron las redes sociales, me divirtió mucho. La verdad es que  cumplí el sueño de jugar con la 10 de la Selección. 

—¿Cómo sigue esto?

—Hay que trabajar con la cabeza fría. Estamos enfocados en poder ingresar al grupo de la Copa libertadores. Todo lo que pasó fue de película. Esperemos que no vuelva a pasar. Por lo pronto, nosotros seguiremos intentando hacer bien las cosas.