El capitán Ramos silenció el Camp Nou

Barcelona ganaba el clásico por el gol de Luis Suárez, pero, en la última, el defensor del Real Madrid lo empató para mantener la distancia en la cima

El encuentro que se robó todos los flashes a nivel mundial no cumplió las expectativas, porque Barcelona y Real Madrid disputaron un partido en el que arriesgaron poco y sus máximas figuras estuvieron lejos de su nivel.

Sin embargo, el Merengue fue el que terminó celebrando un empate agónico en el Camp Nou,  ya que pudo mantener la diferencia de seis puntos sobre el elenco blaugrana y, además, aprovechar la caída del Sevilla (2 a 1 con Granada). De esta manera, sigue tranquilo en lo más alto de la tabla en España.

De principio a fin, ambos combinados se estudiaron y se repartieron el dominio. Por momentos, en la primera etapa, fue Modric, junto a Isco y Kovacic, los que manejaron la pelota, pero con escasa profundidad.

De todos modos, en el inicio del complemento, y por medio de un balón detenido, Neymar encontró la cabeza de Luis Suárez para romper la chapa.

Luego del ingreso de Andrés Iniesta, el Barça controló el desarrolló y pudo liquidarlo con una acción de Neymar, que falló increíblemente en la definición, y con otro pase de Andrés para Lionel Messi, quien, entrando al área, remató cruzado pero desviado.

Como el 1 a 0 dejaba abierta la historia, los cambios de Zidane le dieron crédito al Madrid y, en la última, tal como lo había hecho contra Atlético de Madrid en la final de la Champions de 2014, el capitán 

Sergio Ramos metió la cabeza para enmudecer a los locales.

 Atlético no lo aprovechó

En otros partidos, el Atlético de Madrid de Diego Simeone no pudo descontarle al Real, porque apenas igualó sin goles como local con el Espanyol de Pablito Piatti.

En tanto, Villarreal tampoco pudo escalar: igualó 0 a 0 con Leganés.

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