El Expreso Juvenil, leyenda barrial que no cambia con las generaciones

La de “El Expreso Juvenil” es una historia de barrio al ciento por ciento, al que algunos vecinos devotos de la esfera de cuero hoy le rinden culto. Hugo Insaurralde está en la elaboración de un libro en el que recopila historiasque van desde los años ’50 hasta el presente.Se trata de una agrupación de voluntades que empezó a jugar bajo ese nombre en los años 50 y que aún hoy continúa haciéndolo. El Expreso Juvenil contempla jugadores de todas las edades y en este nuevo siglo llegó a jugar en las infantiles de APLAFI.

Francisco Esquivel fue el que puso el nombre y mucho antes de eso sus ganas de organizar partidos en parques y potreros, siendo el actual Alberti, en 38 y 25, donde se llevó a cabo el primer encuentro del “equipo propio” de ese señor.
“Como tripero, pensó en un equipo imparable que Gimnasia tuvo en 1933 al que llamaron El Expreso”, le cuenta a El Clasiquito don Insaurralde, que además de darse por la escritura hoy es el entrenador en las participaciones en cuanto torneo comercial se presente.
-¿Lo conoció a Esquivel? 
-Sí, claro, y definirlo no requiere mucho esfuerzo, pues con solo decir “fútbol para los pibes”, estamos cercanos a la definición, por pasión y por sangre. Jugó y fue el técnico con doce años, en el primer año, allá por 1954, época en la que el barrio era muy distinto a lo que hoy es… calles y senderos de tierra.Desde que lo vi en los años 70 y hasta la última vez en una reunión en 2013, siempre nos unió la palabra fútbol, como resumen exacto e indiscutible de nuestra relación.Puedo decir que fue un hombre de perfil bajo, ytuvo siempre la virtud de juntar a su alrededor a la mayor cantidad de pibes posibles, para armar sus equipos

-¿Qué torneos jugó El Expreso Juvenil?
-En seis décadas de existencia, está un torneo ganado en Riachuelo, varias veces en el Colegio San Miguel (récord de doce finales consecutivas, de las cuales ganó diez, perdiendo la primera y la última), la Liga Amistad, y a principios del 2000 se armaron categorías para jugar en APLAFI, incluyendo un comedor en el que los pibes recibían la merienda y disfrutaban de excelentes momentos de compañerismo y deporte. Además, en los 60, fueron muy importantes los torneos que se jugaban en el Club Porvenir Platense, conocido como “La Vaca Echada” (42 entre 133 y 134), donde se presentaban hasta ochenta equipos.

-¿Dónde eran locales, tenían clásicos?
-Estrella Azul era nuestro gran rival, y respecto a la cancha tuvimos una en 135 entre 40 y 41, frente al monte El Oasis, llamada “la Canchita de 40”.  

Medallas, chocolateadas, jugadores que son solo nombrarlos emocionan. Y el barrio San Carlos siempre como testigo y fuente de inspiración. La leyenda continúa, por supuesto. Ya no se lo puede ver al fundador Francisco, pero están jugando sus nietos Alejandro y Ariel Esquivel. Las vueltas olímpicas siguen, ahora en la petit Liga Costa Sur (Lisandro Olmos), en el Complejo Las Palmas (La Granja), en el predio Los Pinos, Nou Camp o Showbol, manteniendo el amor y el respeto barrial como desde 1954.