El fenómeno Olave: relación de amor y odio

Muchas veces el fútbol presenta situaciones que ameritan una reflexión. La relación entre Juan Carlos Olave y la hinchada de Estudiantes es uno de estos casos. 

Hace muchos años, después de haber sufrido en carne propia los siete goles del Pincha en la goleada más abultada de la historia de los clásicos platenses el 15 de octubre de 2006, el cordobés comenzó a intercambiar gestos con la tribuna albirroja cada vez que le tocaba venir a jugar al Estadio Ciudad de La Plata. 

Comenzó tocándose el pecho en sentido provocativo, pero luego dejó de hacerlo por sugerencia de los responsables de la seguridad. Finalmente, con una sonrisa, terminó aplaudiendo a los hinchas del León. 

Ayer, sin ir más lejos, el arquero recibió un sutil reconocimiento cuando se acercó a defender el arco de Belgrano más próximo a la cabecera local, en un claro gesto de que el paso del tiempo puede acercar hasta las posiciones más antagónicas y que en el fútbol no hay disputas que duren eternamente. 

Con 41 años, Olave es uno de los jugadores más veteranos del fútbol argentino y mantiene un nivel que le permite seguir atajando en la Primera de Belgrano y defender el arco de este equipo nada menos que en el certamen continental. Es uno de los referentes históricos del Pirata y buscará ayudar  a su equipo a lograr la clasificación el próximo 15 de septiembre en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba. 

A diferencia del arquero, Esteban González, entrenador de Belgrano, y Marcelo Goux, ayudante de campo, no pasaron desapercibidos al momento de acomodarse en el banco de suplentes, y en este caso sí fueron apuntados por algunos plateístas. 

Ambos son responsables de la puesta a punto del equipo cordobés y también estuvieron en aquella tarde de octubre de 2006.

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