Reunión Macri - Marín

El Gobierno confirmó el final del Fútbol para Todos y estalla la AFA

Fue tras la reunión que mantuvo el Presidente Mauricio Macri con el titular del programa, Fernando Marín. El anuncio llegó en medio del conflicto creciente con los clubes, que amenazan con ir al paro por el recorte de fondos y reclaman nuevas elecciones en la entidad deportiva

Ni un peso más de los $1.850 millones pactados para este año y nada para el próximo. Así podría sintetizarse la decisión que el Gobierno nacional tomó sobre el futuro del programa Fútbol para Todos (FpT), rati­ficada tras la reunión que ayer mantuvieron en la Casa Rosada el Presidente  Mauricio Macri; el secretario general de Presidencia, Fernando de Andreis; y el titular del FpT, Fernando Marín.

Así, al confirmarse que el Estado dejará de financiar la transmisión en directo de los partidos del torneo de Primera división, desde el 31 de diciembre quedará en manos de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) la negociación de esa programación a través de un llamado a licitación pública (probablemente internacional) para vender los derechos. En tanto, y mientras queda abierta la puerta a la privatización del deporte preferido de los argentinos, otro de los puntos a resolver será la gratuidad del fútbol a través de los canales de televisión abierta.  Las conversaciones deberían terminar en una licitación por los próximos 10 o 15 años: Turner y Fox se mencionan como posibles candidatos.

La determinación fue confirmada por lo bajo por voceros gubernamentales y le echó leña al conflicto que hay en la AFA con los clubes, que amenazan con ir al paro, disconformes por la reducción del 30% de los ingresos que reciben desde la entidad deportiva en concepto del FpT. Y se agrega a la fuerte interna con Armando Pérez, titular de la Comisión Normalizadora, quien terminó de perder credibilidad al intentar rodearse de exdirigentes de pasado polémico en sus clubes: tal es el caso de Enrique Lombardi, quien cumple una sanción en Estudiantes por el mal desempeño de sus funciones. 

En tanto, anoche, en el predio de Ezeiza, representantes de diferentes clubes decidieron apurar la creación de la Superliga (cuyo estatuto se definiría hoy) y llamar a elecciones en 60 días, aunque, por ahora, no se pararía el fútbol. Antes, integrantes de la B Nacional y la Primera B Metropolitana habían dado el primer paso formal en pos del llamado al voto:  enviaron una carta dirigida a la Comisión Normalizadora, al inspector general de Justicia, a la Conmebol y a la FIFA para que la AFA elija un nuevo presidente. Al pedido también se sumó el Tribunal de Disciplina.

La mano salvadora que no llegó

Aunque se especulaba con que podría haber una mano del Gobierno para salvar a la AFA, desde Balcarce 50 fueron lacónicos: “No nos vamos a meter, que se arreglen ellos”.

“Esta vez el tema no se arregla con un grito ronco de Armando Pérez, aunque la oratoria no es su fuerte”, dijo un vocero presidencial sobre el jefe de la Comisión Normalizadora, quien se enteró de la ruptura a 11.000 kilómetros de distancia, en Alemania. 

Desde el Gobierno justifican el desplante en que los interventores no cumplieron con ninguno de los propósitos para los cuales fueron designados: administrar, adecuar el estatuto de la AFA a la doctrina de la FIFA y formar una junta electoral para llamar a elecciones.

De este modo, la decisión de soltarle la mano al FpT se tomó hace un par de meses. De Andreis ya había anticipado la postura del Gobierno al argumentar que “es muy fácil salir a reclamarle al Estado que sea una suerte de ambulancia del despilfarro de la AFA”, y que “el problema y la solución están en la Asociación. En vez de gastar disparates, en el mejor de los casos, porque hay serios indicios de corrupción, deberían devolver el dinero para que se transparente todo”,aseveró.

Para el funcionario, “con el nivel de despilfarro, la corrupción, la poca profesionalización en la administración de los recursos y los disparates que se han pagado en algunos casos, no hay bolsillo que aguante”.

Un programa salpicado por la corrupción

Sin la voluntad política para hacer del Fútbol para Todos (FpT) un programa transparente y verdaderamente popular, la iniciativa, tocada por “la varita” del kirchnerismo, se erigió en un símbolo de la corrupción y el saqueo al Estado: en solo seis años, desde 2009 a 2015, insumió alrededor de $9.000 millones, una fortuna utilizada, entre otras cosas, para difundir la propaganda oficial a costa del bolsillo de todos los argentinos.

Además, estuvo envilecido con el manejo irregular de fondos, el desvío de recursos que nunca habrían llegado a los clubes y el pago de abultados sobreprecios a los amigos del poder, causas por las cuales fueron imputados y embargados los exjefes de Gabinete K Aníbal “La Morsa” Fernández, Jorge Capitanich y Juan Manuel Abal Medina junto a otros exfuncionarios y dirigentes de la AFA, como su presidente Luis Segura.

Para la Justicia, los fondos destinados a los clubes a través del FpT se desviaron de tres formas: por aportes a la fundación El Futbolista, por descuento de cheques en financieras y por ser utilizados para garantizar préstamos otorgados por el Banco Credicoop a la AFA.

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