El Lobo en la India, esa gira que casi fue hazaña

Se cumplen 27 años de aquel inédito viaje que hizo el elenco albiazul que dirigía Ramos Delgado. El diario Hoy evoca anécdotas de esa experiencia

El verano de 1990 no fue uno que pasara rápido ni desapercibido para el sentir gimnasista. Los hinchas se mantuvieron en vilo con una edición de la Copa Nerhú, en la que los Triperos fueron los reemplazantes de Newell’s (campeón argentino) que había desistido del viaje. La partida del plantel albiazul fue el 4 de enero, a las 13.20, en un vuelo de KLM desde Ezeiza, siendo el aterrizaje a Buenos Aires el día 23, a las 6.30, con el orgullo de haber hecho una enorme actuación. Vivieron una experiencia inédita en la exótica India. Veinte días, donde enfrentaron a seleccionados y a grandes equipos.

Toda la experiencia del Lobo en tierra hindú fue muy extraña. Al ser humano de estas latitudes le cuesta entender el ritmo de las calles olorosas y casi intransitables, en un país cuya población era entonces de 700.000.000 de habitantes, con un índice de analfabetismo del 57% y mortalidad infantil del 80%, lugar donde vivía la Madre Teresa, que en un alto del campeonato (ver aparte) recibió a la delegación platense.

El fútbol depara situaciones de muy diversa índole a los jugadores. Pero este viaje sin duda se pasó de lo normal. Ya en el primer día de estadía en Nueva Dehli, luego de llevar a cabo los trámites aduaneros y de migraciones, el bus que llevaba a Gimnasia al hotel tuvo que ser empujado por varios habitantes locales para que funcionara, y así también se perdieron un bolso y las valijas de Carlitos Odriozola, aquel fino volante.

 Debut contra los soviéticos

Las cinco delegaciones visitantes compartieron el mismo alojamiento, en el que, al ingresar, les dieron una rosa y una guirnalda al cuello (una forma de adoración que tienen en India). La primera jornada se destinó a visitar el centro, donde los futbolistas pudieron comprobar aquella frase tan famosa: “India es la cloaca del mundo”, ya que se enfrentaron a una realidad caótica: gente bañándose en las alcantarillas, haciendo sus necesidades en la vía pública, lavando la ropa en la vereda o comiendo y durmiendo en el suelo.

El 9 de enero se jugó el primer partido ante el Metalist de Rusia (0-0), en el estadio cubierto más grande del mundo. El 11 jugó con la selección de Zambia y ganó con gol de Roberto Depietri. El 15 chocó con el local, Mohamed Sporting, al que venció 2 a 0 con tantos de Enrique Rubens Navarro y Rolando Mannarino.

El equipo conducido por el uruguayo José Manuel Ramos Delgado jugó la semifinal contra Lyngby de Dinamarca. Dos goles de Navarro permitieron que el Lobo llegue a la final, donde Olimpia de Paraguay lo frenaría (0-1).

Dos trofeos quedaron en manos de Gimnasia ante un cerrado aplauso tributado por los hindúes. El 21 y el 23 de enero se usaron para volver de lo que sin dudas fue una vivencia única.

Visita histórica y mítica a la Madre Teresa de Calcuta

Durante la experiencia en India, hubo visitas al palacio de la Reina Victoria y al río Ganges (tan sagrado como sucio). Uno de los directivos que llevó un diario íntimo de la gira, escribió: “Pedimos audiencia para ir a visitar a la madre Teresa, lo cual nos dijeron que no era fácil”. Lo consiguieron el día 16, a las 15. Los hicieron esperar en una pequeña pieza, donde había fotos del papa Juan Pablo II con Teresa, hasta que se hizo presente este ícono espiritual, que con afecto les extendió sus brazos y pronunció algunas palabras. Gimnasia le entregó un banderín y un donativo de alimentos para repartir entre esa población que ruega limosna en cada esquina.

La última imagen, y la más difícil de olvidar, fue la del aeropuerto internacional de Ezeiza, donde apenas bajaron vieron flamear una bandera albiazul y a varios hinchas.

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