El Ruso Prátola: a quince años y en el recuerdo del hincha

Quince años pasaron. Sin embargo, de parte de hinchas, jugadores y también del propio club, siempre hubo un momento, una semblanza, para agigantar la eterna figura de Edgardo Prátola. 

Se multiplicó en cada grito de “Ruuuso, Ruuuso”; y en cada ocasión en la que a Estudiantes le tocó alcanzar la gloria durante la última década; con los jugadores celebrando la vuelta olímpica y el interminable mensaje “Ruso, estás con noso­tros”, que se exteriorizó en aquella tarde de 2006 en el Amalfitani; en la noche de 2009 en el Mineirao o en la cancha de Quilmes en 2010. Prátola, el Ruso de Tolosa, siempre presente en el fervor diario del hincha de Estudiantes.

Debutó en el León en 1988 y fue uno de los caudillos del fondo en una de las etapas más bravas para la historia del club. Después, amplió ese liderazgo en el ascenso récord de 1995 y se consagró con el equipo de la temporada 1995/96 que, bajo el mando del Profe Córdoba, peleó el Clausura. Aquel año de dos golazos que para la gente se antojan inolvidables, sobre todo por el triunfo: ante Boca en Avellaneda y frente a Central en Rosario.

Volvió en el 2000 y jugó hasta marzo de 2001, cuando se despidió con un 2 a 1 victorioso para el Pincha en un clásico contra Gimnasia. Después, también los celebraría desde afuera, como en el verano de 2002, cuando entró en andas del Tano Piersimone para festejar otra victoria y con goleada ante el Lobo, pero ahora en Mar del Plata.

Se fue un 27 de abril de 2002, 24 horas antes de que el Pincha visitara a Independiente en Avellaneda. Como mañana, en ese mismo escenario, o como ayer, cada hincha seguirá alimentando la leyenda del Ruso, pilar fundamental de la historia reciente de Estudiantes.