El Sagrado Corazón que irradia fútbol

En barrio Aeropuerto hay una canchita de 7 que integra un complejo multideportivo. El coordinador Marcelo Spina rememoró la propuesta del recordado cura Juan Velazco para organizar la actividad

Se oyen goles pero los chicos andan con la pelota por la mitad de la cancha. “Que chasco, uno se come los amagues”, bromean los adultos, un grupo de papás y profes que se llevan muy bien en el Sagrado Corazón. ¿Qué pasó?, ¿quiénes gritan gol, entonces, si no son los de la categoría 2006? “Es que alquilamos las canchas grandes a un señor que organiza torneos de amigos”, cuenta Alejandro Faría, delegado general y padre de un arquero que salió robusto como él. 

Alambrado de por medio, las Infantiles van pasando su show-ritual de encuentros: cada 50 minutos rotan los chicos que defienden los escudos del Sagrado y Las Mandarinas, dejando como resultado global una ventaja de 8 a 6 para el visitante. El SC sigue con una tradición bien vigente: los mismos que van al colegio de calle 57 entre 8 y 9, se anotan para jugar el torneo de LIFIPA. En esa institución educativa aprendieron a escribir Martín Palermo y los mellizos Barros Schelotto.

La cancha está pareja, pero el partido de la división 2006 no, porque Tomás Sánchez, el número 8 de Las Mandarinas, sabe buscar los espacios vacíos, desprenderse de la marca con facilidad y pegarle a la pelota con puntería. El pichón la tiene clara: metió dos goles y ganaron 3 a 2.

En la 2005, el conjunto local, de la mano del histórico DT Marcelo Spina (el hijo del recordado Domingo, entrañable persona que fue pionera en el armado de esta Liga, donde siguen el hijo y el nieto), se puso a jugar lindo y venció 3 a 1.

El Clasiquito reencontró esa esencia que no se apaga, con padres que llevan reposera y se quedan casi toda la tarde. Se vieron a dos mellizos, los Paternoster. Es todo un ejemplo el Sagrado: organizado, descontracturado, alejado de presiones y con un predio que permite darse el gusto de jugar al vóley, handball, básquet y pádel.

El referí, Walter Lauco, pitó y los niños se despidieron hasta el próximo sábado (aunque en la semana habrá dos entrenamientos). Los dos  tendrán una próxima fecha ante camisetas rojiblancas: Las Mandarinas, en su ciudad, recibirán a Estudiantes de La Plata y el Sagrado Corazón irá a Berisso, donde está la filial Pincha Miguel Lauri. Una Liga que une distancias algo lejanas y las acorta, por los sueños de los viejos y de los pibes.