En cualquier momento van a matar a un jugador de la Liga

Hace veinte días Matías Roldan, de La Plata FC recibió un puntapié en el piso y se desmayó. El sábado le partieron la mandíbula en dos partes al delantero de ADIP, Martín Icardi. No había veedores, médicos ni seguridad privada

El fútbol, como disciplina lúdica que intenta contener a jóvenes y adultos en torneos organizados en la región, ha perdido su esencia. 

Desde hace siete años, los campeonatos organizados por la Liga Amateur Platense han permitido el ingreso de parte del sector político, que ocasiones se maneja con impunidad y utiliza a las instituciones como pantalla para tapar sus negocios. Esto es lo que parece ocurrir con Porteño, un club cuenta con el aval de Marcelo Mazzacane para estar afiliado a la Liga de La Plata, pese a pertenecer a la vecina localidad de Ensenada. 

El sábado, en contexto del partido contra ADIP, los únicos que terminaron dando el ejemplo fueron los chicos de las categorías de infantiles. 

Partiendo de la base que la cancha de 11 estaba en un pésimo estado, los partidos de Cuarta, Reserva, Senior y Primera arrojaron polémicas y expulsiones, ya que hubo más empujones y golpes que juego. 

La jornada ya venía caldeada desde el partido de la Senior, cuando uno de los delanteros de Porteño se desquitó tras haber sido expulsado y le pegó un artero puntapié a un defensor de ADIP y una trompada a otro delantero del mismo equipo. 

Ante la ausencia de veedores, médicos y seguridad privada, el encuentro de la Primera se jugó en un marco de absoluta impunidad. 

Promediando el segundo tiempo, y mientras el árbitro Marcelo Príncipe paraba el juego para que ADIP pueda realizar un cambio, Ian Taborda le propinó una trompada en el mentón a Martín Icardi por discusiones derivadas del partido. El golpe le provocó la pérdida de una pieza dental y lo que es peor, la fractura en dos partes de la mandíbula en la zona frontal.

Con el labio cortado, chorreando sangre y conmovido por lo que estaba pasando, Icardi pidió el cambio con gestos de no poder seguir jugando. De inmediato fue trasladado a un hospital, donde tras someterse a unas placas se confirmó la grave lesión que le impedirá trabajar y comer con normalidad por un lapso no menor a los seis meses. 

“Será operado para unir el hueso que se partió y deberá llevar una vida en reposo durante varios meses”, revelaron fuentes del club de Villa Castells. 

La jornada, sin embargo, iba a tener un capítulo más: una vez finalizado el partido se desató una batalla campal, ya que algunos jugadores del Naranja le recriminaron al defensor de Porteño por las consecuencias de su agresión y con el apoyo de una patota que response al Concejal ensenadense Víctor Palito Vázquez, Porteño terminó golpeando y corriendo a algunos jugadores del equipo campeón de la Liga. Mauro Benítez ( hermano del Chino) recibió trompadas  por la espalda, y Bruno Banini fue sacado a golpes de adentro del vestuario visitante. Todo bajo la atenta mirada de tres efectivos de la policía (dos mujeres y un masculino) que al verse desbordados optaron por reclutarse en un salón anexo al buffet.  

Según se supo, ADIP presentará un informe en la Liga, y Martín Icardi hará la denuncia penal. 

¿Por qué no había un veedor en Ensenada? ¿Qué más tiene que pasar para contratar un médico de forma obligatoria por jornada de partidos? 

Todas respuestas que desde hace varios años se resiste a contestar el presidente Mazzacane, responsable de una gestión que termina en  2017. 

“Váyanse y no digan nada, que ésto lo arreglamos con Palito”

Una de las versiones que surgió una vez finalizada la batalla de Ensenada, es el que personal policial convocado para brindar la seguridad que no estuvo en la cancha de Porteño fue amenazado por allegados al Concejal ensenadense Víctor Palito Vázquez, para no denunciar lo ocurrido. 

“Vayanse y no digan nada que ésto lo arreglamos con Palito”, fue una frase esgrimida por una de las fuentes consultadas por este diario en alusión a la presión políotica que habrían recibido los policías por allegados al Concejal Vázquez para no proceder. 

Si bien es cierto que estaban en inferioridad numérica, familiares y jugadores de ADIP se volvieron de Ensenada con la sensación de que la presión política del gobierno de Mario Secco es capaz de imperar por sobre cualquier reglamento o normativa que pretenda regular los torneos de la Liga Platense. 

El marco jurídico

La Liga Amateur Platense está afiliada a la AFA a través del Consejo Federal de Clubes. Sin embargo, por ser una entidad sin fines de lucro, se permite eludir algunos pasos elementales en la organización de los torneos de fútbol, ya que carecen de responsabilidad      jurídica ante una eventual tragedia. 

Por ejemplo, si un jugador de cualquier categoría se desploma en una cancha como ocurrió el año pasado con Chamorro de Estrella de Berisso, los familiares se verían invalidados de iniciar cualquier tipo de acción penal ante la Liga Amateur. Sin embargo, la Liga sí podría (si tuviese la intención de hacerlo), obligar a los jugadores de la categoría Senior a presentar frecuentes chequeos médicos, como un estudio básico de ergometría. Al no hacerlo, con jugadores que superan los 35 años de edad, está dejando a la buena de Dios que no suceda una tragedia en un partido de fútbol como sí ocurrió en otros torneos comerciales de la región que se juegan cerca de las rutas provinciales. 

Es función de dirigentes como Marcelo Mazzacane, directamente vinculado al club Everton, velar por la seguridad de los jugadores y el bienestar de los clubes que tengan intenciones genuinas de participar de estos campeonatos. Y no como ocurrió como Villa Montoro, CRIBA o ahora Porteño, que permiten la intromisión de gremios como la UOCRA o la política partidaria para tapar segundas intenciones que atentan contra el sentido del juego. 

Le pateó la cabeza y le levantaron la pena

El Tribunal de Disciplina de la Liga  hizo lugar a un escrito presentado por el abogado Galazo, representante de la familia de Marcos Rojo, cuyo hermano Franco fue acusado por patearle la cabeza a Matías Roldan. Le quitó la pena e hizo de cuenta que no pasó nada.