“En Estudiantes, primero hay que correr y después jugar bien”

Hoy se cumplen 49 años de la primera Libertadores que ganó el León. El capitán de aquel equipo, Oscar Malbernat, les dejó un consejo a los actuales jugadores del club, quienes después de las 8 volarán a Ecuador para jugar el jueves una “final” en el Grupo 1 contra Barcelona

Como capitán del equipo campeón de América, que el 16 de mayo de 1968 ganó la primera Copa Libertadores para el club, y exentrenador del Barcelona de Guayaquil, Oscar “Cacho” Malbernat es palabra autorizada para referirse a este momento de Estudiantes.  

Todavía con el ojo inflamado por el festejo en el gol del clásico del sábado pasado ante Gimnasia, el emblema del club aceptó reunirse con Facundo Sánchez, en el contexto de una charla llena de anécdotas, consejos y recuerdos que pueden marcar el camino para sacar adelante una nueva hazaña. 

—¿Qué consejo les darías a los actuales jugadores de Estudiantes para encarar un partido como el del jueves ante Barcelona?

—Mirá... en Estudiantes, primero hay que correr y después jugar lindo. ¿Se entiende? Esta camiseta tiene mucha historia y así es cómo nos enseñaron personas como Osvaldo Zubeldía, Mariano Mangano o el profe Kistenmacher. Hoy ellos (por Facundo Sánchez y sus compañeros) pueden disfrutar de un predio para entrenar que es enorme y bellísimo. Eso es porque Mangano tuvo una visión enorme en su momento. 

—Por tu pasado en Barcelona, ¿cuál es el punto débil de los jugadores ecuatorianos?

—Ahora han mejorado mucho, pero el punto débil siempre fue la conducta. No eran muy profesionales. Se ve que han mejorado mucho. Antes no se cuidaban. El avance que han tenido tiene que ver con la llegada de muchos técnicos extranjeros, eso les cambió la forma de pensar. Igualmente, cuando entrás a la cancha son once contra once. Sin duda que el estadio es impactante y va mucha gente. Se va a sentir el aliento de los hinchas. 

—Por lo que viste en el partido de ida, ¿cómo se le gana a Barcelona?

—En el partido que se jugó en La Plata, vi futbolistas muy interesantes. Es un equipo que juega bien y, cuando todos lo daban como el más débil del grupo, terminó demostrando que es uno de los más fuertes de la zona. Está dotado técnicamente y ordenado tácticamente. Barcelona es un club grande que paga bien. Ellos están acostumbrados a jugar un partido de mucha intensidad cuando lo hacen de local.  

—¿La humedad y el calor bajan la intensidad de los jugadores?

—Los futbolistas argentinos siempre sufrieron jugar en Ecuador. Mucho más en Quito, por la altura. Pero va a ser un partido pesado y muy intenso, sobre todo con el aliento de la gente.

—¿Cuál es la relación que te une a Barcelona?

—Cuando lo dirigí en 1990, me acuerdo que el arquero era el presidente del club y me recibió muy bien. De vez en cuando hablo con periodistas de allá, porque respetan y consideran mucho a Estudiantes. Después de ahí también estuve en otros equipos. Allá se siente mucho el peso del arbitraje cuando jugás de visitante. 

—A casi medio siglo de haber ganado la primera Copa para el Pincha, ¿pensás que habrá otra generación que en algún momento pueda conseguir lo que hicieron ustedes, con tres seguidas?

—Es difícil, pero uno tiene la esperanza de que se pueda lograr. La actual generación de jugadores ganó muchas cosas e hizo crecer más al club.

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