En un clima distendido, el Lobo reconoció el estadio

El plantel albiazul, de buen humor, desarrolló una práctica informal en el Moisés Lucarelli. Según los jugadores, el campo de juego, castigado y con pozos, no se encuentra en óptimas condiciones 

Campinas, los brasileños la reconocen como la “Princesa del oeste”, aunque también le dicen la “Ciudad de las golondrinas”, ya que, durante las épocas de los “barones del café”, era muy común observar esta especie de aves a la vera de la ruta. 

En el corazón del casco urbano se encuentra el estadio Moisés Lucarelli de Ponte Preta, escenario en el que la delegación de Gimnasia realizó su última práctica, en la que apuntó a repasar conceptos y ultimar detalles con vistas al duelo copero.  

Apenas llegados a la cancha, el buen humor del cuerpo técnico y los jugadores se notó en las bromas y en el picado informal que tuvo como protagonistas a los utileros, que fueron blanco de cargadas y chistes, y también a algunos directivos que se animaron a jugar y compartir un momento de recreación. 

Preocupación por el estado de la cancha

Más allá del buen clima, el común denominador en las charlas grupales fue el estado del campo de juego, ya que el mismo no se encuentra en las mejores condiciones.

“Es un pasto distinto, comenzamos a entrenar y se levantó enseguida, está blando”, comentaban al pasar rumbo al ómnibus que los trasladó al Hotel Mercure. 

Ya en la concentración, los jugadores del Lobo fueron liberados hasta la cena y, aunque estaba prevista una recorrida grupal por el centro, la mayoría prefirió quedarse en el hotel para descansar y comenzar la concentración de cara al cotejo más importante de los disputados hasta ahora en 2017.  

Una fecha especial: se cumplen 25 años del “gol del terremoto”

Un golazo de tiro libre definió el clásico número 113 del profesionalismo en la cancha de Estudiantes aquel domingo 5 de abril de 1992. Sin embargo, ese cotejo no hubiera quedado en la historia de no haberse registrado el hecho insólito que informó días después el Departamento de Sismología del Observatorio Astronómico: el griterío y los saltos en los tablones de la tribuna visitante produjeron una alteración en la medición sismográfica que dio comienzo a una “leyenda” que hoy cumple 25 años.  

 José Battle Perdomo y su remate impecable pasaron a la historia, más allá de que solo estuvo seis meses en el club. 

Iban 9 minutos del segundo tiempo cuando Leonardo Squadrone detuvo con falta a Guerra. El árbitro Juan Bava sancionó. Había varios candidatos para la ejecución. Quien tomó el balón fue el de la camiseta “6”, para darle con derecha y que el balón despegue desde 35 metros, superando la barrera y colándose junto al palo derecho de Marcelo Yorno. 

Tras ese triunfo, Gimnasia sumó ocho encuentros sin caídas. Aquel 1 a 0  fue un trampolín que lo dejó en el octavo puesto, clasificando para la Liguilla Pre-Libertadores, donde llegaría a la final, torneo que le permitió entrar en la primera edición de la Copa Conmebol.

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