Escándalo en Turquía: cuatro expulsados en el Fenerbahçe, que perdió la cabeza y se quedó sin Liga

En Estambul pasó de todo. El Fenerbahçe visitaba al Basaksehir en la anteúltima jornada, con la obligación de ganar para quedar a tres puntos del líder Galatasaray, que finalmente se consagró.

Lo cierto es que el tanteador se abrió en el complemento: pasado el cuarto de hora, el local se imponía 2-0 con tranquilidad. Y en los últimos 15 (incluido el tiempo de descuento) se desató la furia. A los 36' descontó Diego, a los 39' vio la roja Topuz (exagerada) y a los 43', Webó empató.

Increíblemente, cuando los "Canarios" soñaban con una remontada épica, el árbitro expulsó a Alves a los 47', por una mano que no existió, en la línea de su propio arco. Su compañero, Erkin, le dijo de todo al juez y también le enseñaron el camino a las duchas. La historia parecía sentenciada, pero Batdal falló la pena máxima y la llama de esperanza continuaba encendida.

Pero el camerunés Webó casi le arranca la cabeza de un planchazo a Epureanu y fue el cuarto echado en Fenerbahçe, que así y todo tuvo un tiro libre a favor a los 53': pateó uno, atacaron los seis restantes –incluido el arquero- pero todo murió en la nada.