Otro posible caso de pubalgia sacude la tranquilidad en el plantel de Estudiantes

Mientras Gil Romero y Desábato parecen haber dejado atrás esta patología, Braña y Bailone se encuentran bajo estrictos cuidados, ya que temen que puedan sufrir la misma afección

Lejos de resultar una enfermedad infectocontagiosa, los casos de pubalgia parecen propagarse como un fantasma que está al acecho del plantel profesional de Estudiantes. 

Ayer, pese a que no fue confirmado de manera oficial, Ignacio Bailone presentó los mismos síntomas que Rodrigo Braña, a quien durante la semana se le había recomendado realizarse una operación para desinflamar el tendón que une el aductor con la parte ósea en la entrepierna, lo que sería un síntoma previo al peor diagnóstico de pubalgia. 

En lo que va del año, dicha lesión dejó afuera por dos meses al capitán del equipo, Leandro Desábato, durante el primer semestre del año, y, además, le frustró dos pases a Gastón Gil Romero, quien no pudo fichar para Defensa y Justicia primero y Atlético Tucumán después. 

Ahora, tanto Bailone como Braña no lograron trabajar durante toda la semana con el resto de sus compañeros y, entre los kinesiólogos y médicos del plantel, se encargaron de hacer bajar el dolor con masajes y analgésicos. 

A Bailone y Braña les ordenaron reposo durante todo el fin de semana y recién el martes a la mañana serán evaluados para definir si podrían estar a disposición del cuerpo técnico para el encuentro ante Rosario Central, o bien intensificar el proceso de recuperación. 

En el caso del delantero, de persistir la afección se le ordenará realizarse una serie de estudios para confirmar si los dolores remiten a otro incómodo caso de pubalgia, tal cual viene ocurriendo con otros jugadores. 

Por otro lado, tampoco pudieron entrenar con normalidad Carlos Auzqui y Juan Ignacio Cavallaro, quienes se recuperan de diferentes traumatismos. Ambos llegarían sin inconvenientes al partido frente al Canalla, por la sexta fecha del campeonato.

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