“Fueron meses muy duros, por eso el gol significó un desahogo”

Fabián Rinaudo, quien volvió a jugar tras 297 días y fue la figura del Lobo ante Quilmes, dialogó con El Clásico tras una tarde repleta de emociones. “Tenemos que recuperar terreno en el torneo y hacer una buena Copa”, tiró Fito 

La sonrisa denotaba el estado de felicidad. Es que, después de casi 300 días afuera de las canchas por una lesión (el 18 de mayo el Lobo le ganó a Deportivo Madryn por la Copa Argentina), Fabián Rinaudo volvió a jugar con la camiseta de Gimnasia y en el Bosque. En su casa, su lugar en el mundo. 

La tarde fue completa: golazo desde afuera del área y triunfo clave para arrancar con el pie derecho un 2017 en el que el equipo debe escalar posiciones en el torneo local y tiene como objetivo central los duelos con Ponte Preta por la Copa Sudamericana. 

Después de una tarde repleta de emociones, Fito rompió el silencio al que se había llamado tras los ecos de su fractura en el escafoides (que lo marginó de las canchas) y analizó con El Clásico su vuelta, la victoria ante Quilmes y lo que viene.    

—¿Fue un regreso perfecto?

—Sí, la verdad es que estoy muy contento, sobre todo porque pude volver a jugar. Está bueno que se hayan acomodado un poco las cosas, en todo sentido. Igualmente, lo más importante es que arrancamos y lo hicimos con una victoria, algo que necesitábamos. 

—¿Cómo te sentiste?

—Bien, pero hasta ahí. Me falta ritmo de competencia, aún no me siento al 100%. Me sirve haber completado 90 minutos porque estuve parado quince días por una molestia. Espero lograr continuidad para agarrar ritmo, ya que jugando es la mejor manera. 

—¿Apuntaste ahí en el gol?

—¡No, cómo voy a apuntar ahí, si soy un burro! (risas) Yo le pego para donde salga y por suerte entró. Un lindo gol, la verdad fue un sueño poder marcar y que haya servido para ganar.

—¿Resultó un desahogo después de tantos meses sin jugar?

—Significó una alegría y un desahogo porque estaba mi familia, por toda la gente de Gimnasia,  por mi pueblo que me mira siempre. Me tocó estar varios meses afuera. Jugar ante Quilmes, hacerlo de buena forma y con un gol, fue una emoción muy grande. 

—¿Fueron meses muy difíciles? 

—Muy duros, pero no por no jugar.  A mí me duele cuando la prensa habla de más y dice cosas que no tiene que hablar. 

—¿Qué cosas?

—No voy a decir nada, ya está. Quizás sean cosas internas que debo callar y eso me hace mal. Tal vez sean temas que tendría que aceptar y simplemente jugar, pero ya pasó. 

—¿Se hizo larga la espera?

—Bastante, porque al tema de la lesión se le sumó el reclamo. De todas maneras, ese asunto fue una justa causa, así que esperemos que haya servido para que las cosas vuelvan a su lugar. Lo más importante es que volvió el fútbol y logramos una victoria necesaria. 

—¿Cómo lo viste al equipo en general?

—Está claro que no es lo mismo un encuentro de preparación que por los puntos, no tiene nada que ver. Jugamos un cotejo correcto, de menor a mayor. Aún tenemos cosas que corregir, pero ganamos bien. 

—¿Comenzaron el año como creían?

—Lo empezamos bien, aunque nos faltó claridad con la pelota, fundamentalmente en la primera etapa. Lo hablamos en el entretiempo y no nos salió. En el complemento, con la dinámica del partido y después del tercer gol, el rival se abrió y ahí cambió. 

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