Hasta los colombianos aplaudieron a Verón

La Brujita fue una de las figuras. El travesaño, tras un tiro libre, le negó el gol que merecía

La actuación de la Bruja anoche en Medellín hizo recordar algunos de los mejores pasajes de sus largos años con la camiseta del Pincha. Y, de seguro, su desempeño merecía otro final en la chapa final del marcador. Si hasta se dio el lujo de volver a saborear un grito de gol, cuando estrelló un tiro libre en el travesaño, que ya había vencido al propio Armani. El destino le negó el “pleno” en el complemento, minutos antes de su salida de la cancha, muy reconocida por el público colombiano, dando lugar al juvenil Ascacíbar.

Activo desde el inicio

El comienzo fue prometedor para el equipo de Vivas desde los pies de Verón. El “11” le puso un pase milimétrico a Iritier a los 2 minutos, y el juvenil lo perdió después de enganchar hacia adentro, entrando por derecha. Pasó muy cerca del segundo palo del arquero y podría haber sido el inicio perfecto. Pero no era la noche...

Activo y con espacios, el capitán y presidente se mostró siempre a tiempo y “en partido”, jugando a partir de los relevos  constantes de Braña y, sobre todo, del pibe Cascini, quienes lo cubrían ante cada escalada.

Se notó en ese primer tiempo: los partidos acumulados en la Copa le dieron mayor fluidez y resistencia física al juego de la Bruja.

A los 18’, llegó otra exquisitez de la Brujita, quien recibió con espacios en campo colombiano y, de espaldas, habilitó con un tacazo a Dubarbier, que no pudo controlar.

Fue una etapa inicial que lo tuvo en gran nivel, con dos recuperaciones en la zona media que hicieron acordar, no a un Verón de 42 años, sino al de antes del retiro de 2014...

A los 34’, otra buena jugada colectiva de Estudiantes  también iniciada por el “11” terminó en una entrada franca de Viatri, por la medialuna del área, pero el remate se fue por arriba del travesaño.

A los 10 del complemento llegó la pegada justa en el tiro libre, que hizo la comba “perfecta” para colarse a la red. Sin embargo, el poste le negó el gol que merecía.