La “casa matriz” del fútbol platense cumple años en un momento de expansión

La Liga Amateur, que llegó a tener a Estudiantes y Gimnasia entre sus afiliados, celebra un nuevo aniversario de su nacimiento en un marco positivo, con una semifinal del Federal C

La fecha de fundación está registrada el 21 de abril de 1913, pero quienes investigaron la historia aducen que, ya el día 2 de ese mes, el desa­parecido diario El Argentino  mostraba un artículo donde se invitaba a los equipos que “quieran participar en la Federación Platense de Foot-Ball”.

“Quedó establecido el 21 porque en esa jornada llegó la nota de la AFA en la cual se indicaba que la consideraba afiliada”, le explicó a diario Hoy  el historiador Eduardo Morales, quien, para el centenario de la Liga Amateur Platense, colaboró en el primer libro en honor a ella, obra que fue encarada por el escritor Ricardo Katz, ya fallecido.

Fronteras afuera

Los clubes constituyen un núcleo social que con el tiempo fue cambiando en cuanto a nombres y campos de juego. La competencia no se limitó a La Plata, ya que a partir de 1970 empezó la disputa del Regional, lo que hoy es el Federal. En ese sentido, Estrella de Berisso aparece como la entidad que más veces representó a la Liga, con 9 ediciones disputadas hasta el momento. Lo sigue Everton, con 7 (a las que hay que agregar las tres ediciones que llevan jugados los Decanos en el Federal B).

Los otros equipos que tuvieron ese honor fueron: Nueva Alianza (con 5); ADIP, Asociación Brandsen, Unidos de Olmos, Villa Montoro (todos ellos con 3); Centro Fomento Los Hornos, Deportes Sur de Varela, Los Tolosanos, Villa Lenci, San Martín, For Ever, Curuzú Cuatiá, Las Lomas de Guernica (este grupo con dos ediciones cada uno); Fuerte Barragán y Porteño -ambos de Ensenada-, Deportivo La Plata, Sport de Magdalena, Tricolores, CC Tolosano, Verónica y CRIBA (con una participación).

La historia de un jugador de ADIP y su bandera

“Tengo una redonda pasión, como decimos en el club, que se generó en el vínculo con mi abuelo”, cuenta Bruno Banini, carrilero derecho y uno de los tantos jugadores surgidos en el club que hicieron posible la campaña histórica en el Federal C. Antes de medirse en el primer partido ante CRIBA, y como una especie de entrada en calor de un acontecimiento deportivo único para los de Villa Castells, este jugador amateur, de 25 años, le contó a Hoy cómo surgió la idea de hacer una bandera, que lleva una de las leyendas más originales en las tribunas argentinas: “Todo lo que se hace con amor, da felicidad”. El mensaje está acompañado por el rostro de un hombre, como si se tratara de un filósofo contemporáneo, un Sócrates, un Galileo Galilei. Pero no. Es el retrato de su abuelo, muy querido por los Naranjas.

—¿Cómo es la historia de tu bandera?

—En una de las mejores fiestas de fin de año que hizo el club, alguien de la CD quiso homenajear a mi abuelo, que iba a todos los partidos y entrenamientos. Esa noche le regalaron una camiseta y, cuando recibió el micrófono, tiró esa frase, que demuestra cómo era. 

Se trata de Carlos Augusto Banini, nacido en 1930 y fallecido en 2015, “justo el Día del Maestro”, acota el nieto, que sigue respondiendo con emoción.

—¿Qué otro recuerdo tenés?

—Un par de semanas antes de su muerte, cuando estaba internado, me dijo que ese campeonato iba a ser nuestro, pero me pidió que no dijera nada. Y fue así: ganamos el Clausura. El fin de semana anterior a su partida me había ido a ver de local con Porteño, el viernes fue el velorio y ese sábado tenía­mos que jugar con For Ever. Perdiendo 1 a 0, el técnico me hizo entrar y metí un gol, de zurda, sabiendo que él me inculcaba siempre que usara las dos piernas. Fui al alambrado y me sentí raro al no tenerlo, aunque, entre la gente, estaban mis padres y mi abuela.

—Y la bandera nunca faltó

—Está en todos lados. Le agradezco al papá de Gerónimo Croce (capitán del equipo), que es el encargado de llevarla.

—Y va a estar en la semifinal de un Federal. ¡Qué partido ante CRIBA!

—Intentamos tomarlo con tranquilidad. Sabemos que vamos de punto, porque ellos tienen un fuerte apoyo detrás, llamalo sindical o como quieras. Pero vamos con respeto y fe. Como dice la parte de atrás de la camiseta, “somos una familia”. Me ha tocado entrar en un par de ocasiones y me di cuenta de que estoy a la altura de las circunstancias. 

El joven del Parque Castelli, que cruza toda la ciudad para jugar con esos colores, vive un sueño. Y quizás, en ciertas noches, el sueño tenga al viejo Carlos asomándose por el alambrado, sonriente, esperando que los pibes se animen a dar un paso más...

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