La platense que conquistó Miami

Agustina, cheerleader de los Dolphins, se ganó la atención de los fanáticos de la NFL gracias a su belleza, simpatía y cualidades artísticas. El relato de una profesión llamativa y atractiva 

En los Estados Unidos, cada deporte es visto empresarialmente, como si fuera un producto, lo que lleva a generar espectáculos como pocos en el mundo. El fútbol americano es un ejemplo de ello, porque todo lo que lo rodea tiene trascendencia, hasta incluso la identidad de cada uno no pasa desapercibida, a tal punto que busca preservarse la misma. 

Justamente, más allá de los nombres y apellidos, una platense conquistó el corazón del público de los Miami Dolphins: se trata de Agustina Sol, de 28 años, quien en 2016 fue seleccionada para ser cheerleader de uno de los equipos más famosos de la NFL. Desde entonces, abandonó Tolosa y sus viajes a Capital Federal para partir hacia Florida y ganarse un lugar entre los fanáticos, algo que logró con su belleza, alegría, y sus cualidades artísticas.

A la distancia, Agus, que estudió en el Eucarístico y se perfeccionó como modelo, actriz y bailarina, habló con este medio para relatar su historia como porrista de una de las franquicias más populares.

—¿Qué es ser una cheerleader?

—Es una experiencia maravillosa que la vida puso en mi camino en el momento justo. Un regalo de la vida. Ser cheerleader implica disciplina, es regalar y repartir sonrisas a los demás. Motivar desde la alegría es ser referente de muchas chicas,  demostrar que con esfuerzo y confianza los sueños se cumplen. Es desafiar tus límites en cada entrenamiento, en cada partido.

 —¿Cómo es la vida y la rutina de la profesión?

—En temporada practicamos tres veces por semana por la noche, cuatro horas. Hay entrenamiento físico, se aprenden las coreografías y se arma el half time, además de otras coreografías para cada home game. Además, solemos hacer apariencias, eventos de caridad, tours militares, fashion show, photoshoots y más. 

—¿Cómo es la relación con tus compañeras?

—La temporada pasada éramos 36 chicas, de ocho países y cinco idiomas diferentes. Es muy emocionante poder compartir con gente de tantas partes del mundo, un intercambio cultural muy importante, y divertido también.

—¿Te dedicás completamente a los Dolphins?

—Mi año fue 100% dedicado a los Dolphins. Es una responsabilidad muy grande haber sido elegida entre tantas chicas para ocupar este lugar. En temporada tenemos tantas actividades que quise aprovechar cada experiencia y cada oportunidad al máximo. 

 —¿La gente te reconoce?  

—Sí, Las Miami Dolphins Cheerleaders son muy reconocidas. Los fans se acercan a pedir autógrafos y fotos todo el tiempo. Te reconocen, saben tu nombre y de qué país sos. Hasta nos escriben cartas. También coleccionan los autógrafos de las chicas del calendario. Este año formé parte de la producción de trajes de baño. Además, aconsejamos a las chicas que aspiran a ser porristas de la NFL. Me motiva servir como referente.

—¿Te permitió conocer muchas ciudades? 

 —Tuve la suerte de viajar a Barbados para hacer las fotos del calendario, a Guantánamo Bay en un tour militar y a Monterrey, México, para el Súper Bowl. Se trabaja mucho en equipo y eso es fascinante.

 —¿Qué es lo que más te gusta de Miami?

—El clima. Es hermoso todo el año. El color del cielo en los atardeceres es mágico. Me gusta estar cerca de la playa. Todo es muy limpio y organizado. Lo mejor y más lindo es el intercambio cultural, porque hay gente de todas partes del mundo.

—¿Qué te dicen tu familia y amigos? 

—Todos están muy contentos. Les intriga mucho saber en qué ando. Si para mí es algo completamente nuevo, para ellos aún más. Tuve la suerte de que mi mamá venga a visitarme, vea un entrenamiento y conozca a mis compañeras. Mi hermano fue al Hard Rock Stadium a ver uno de los partidos. No lo podía creer.