Las dos mil almas que sufrieron en las tribunas

Los hinchas argentinos identificados como manchas celestes y blancas desperdigadas por varios sectores del estadio Nacional se hicieron sentir en el medio de la "Marea roja".

Un poco más de dos mil simpatizantes nacionales asistieron a la gran final de la Copa América que estuvo marcada por la amplia mayoría del público local.

La mayoría se enfundó con los colores patrios pero también se observaron banderas de Defensa y Justicia, Banfield, Independiente, Vélez, ubicadas en una de las dos cabeceras.

Esos sectores fueron lo que tuvieron más presencia pero también se divisaron varios grupos en distintos sectores del recinto que más partidos albergó en la historia del certamen continental.

La imagen era de varias manchas celestes y blancas en medio de la "marea" roja.

Las especulaciones alrededor de la ceremonia de los himnos quedaron solo en eso, hubo respeto total de ambos lados. Un hecho destacable para los dos públicos cuando en la previa se respiraba un aire más de guerra que de un partido de fútbol.

Lo mismo ocurrió durante el minuto de silencio que se realizó por el piloto chileno Carlo de Gavardo, quien falleció en las horas previas al partido.

Los primeros minutos fueron los de más aliento, sobre todo, para el combinado local con el ya famoso “Chi chi chi, le le le, viva Chile” que se expandía por todos los costados de la cancha.

“Ole ole ole, Chile Chile” y el “vamos, vamos chilenos que esta tarde tenemos que ganar” fueron los cánticos preferidos de los más de cuarenta mil trasandinos.

En el segundo tiempo, Arturo Vidal levantó al público después de una falta cometida por Javier Mascherano. En ese instante, las 40 mil banderas donadas por un empresario local volvieron a flamear al igual que en la salida de los equipos.

Los momentos de más algarabía de los hinchas albicelestes fueron cuando el equipo de Gerardo Martino tenía alguna situación de pelota parada y se aprovechaba el silencio de los locales.

El único hecho lamentable fue la agresión que sufrió la familia de Lionel Messi integrada por Jorge, su padre, Celia, su madre, y los hermanos. Cuando el clima se puso más espeso debió abandonar el sector bajo de la platea preferencial.

Allí, estuvieron la presidente de Chile, Michelle Bachelet, y el de la Conmebol, el paraguayo Juan Angel Napout, y el máximo directivo de la federación local, Sergio Jadue, entre otras autoridades locales.