Luli Aued, un “hijo” de LIFIPA que hoy es símbolo de Racing de Avellaneda

Hace 10 años debutaba en Primera un buen chico del barrio Santiagueños de Berisso, que se inició con los colores de Independiente de La Plata y Las Malvinas. Un jugador categoría 1987 con mucha pasión

Un laburante, como toda la familia Aued, aunque Luciano eligió una pelota y siempre pensó en llegar muy alto. Pegándole como lo hace hoy en Racing, equipo con el que salió campeón del fútbol de Primera, el talento del Luli se pudo comprobar desde temprano, en las canchas de LIFIPA, con risas de por medio, como recordó su hermano Germán: “Tenía tres años y jugaba en mi categoría, de número 5. Mi mamá tenía que correrlo a la par de la jugada (risas), y así fue hasta que se adecuó”.

Luciano Román Aued, el 27 de mayo de 2007, en un Gimnasia-River que concluyó 3 a 0 para el Millonario en La Plata, pisó el césped y debutó profesionalmente. Ya pasó una década y, justo esta noche, le toca jugar (ver página 23). Los amigos que dejó en el potrero otra vez serán testigos orgullosos de un partido del Luli, como El Clasiquito, que lo sacó en tapa antes de que “llegue”. El volante de la Academia se animó a un mano a mano con este medio.

—¿Cuál es tu primer recuerdo?

—Que arranqué en al arco, con la remera de Navarro Montoya, esa del autito, y era muy feliz. Fue en el club Independiente de La Plata, hasta que se disolvió y decidí irme a Las Malvinas, y de ahí a Gimnasia.

—¿Cómo fue jugar con chicos dos años mayores que vos?

—Mezclarme con los más grandes me hizo evolucionar mucho. Después no quería ir a mi categoría (la 1987) y mi mamá me tenía que sacar a upa cuando perdíamos. Después vino la etapa en el club Las Malvinas, más linda todavía. Hoy tenemos un grupo de WhatsApp. Les regalé un remera de Racing para que la tengan de recuerdo los chicos de ese grupo.

—¿Se peleaban por vos Estudiantes y Gimnasia?

—Me vinieron a buscar los dos, porque miran mucho a las Infantiles, pero yo no quería saber nada hasta terminar en la cancha de siete. Quería disfrutar. Cuando llegó el momento, elegí a Gimnasia por una cuestión del corazón.

—¿Algún momento para destacar?

—En LIFIPA me tocó representar a la selección, haciendo viajes a Entre Ríos. Pensaba que jugaba para la Argentina. Siendo de Berisso, me gustaba ir a entrenar en la semana hasta La Plata. A veces jugábamos con rivales de otros países. Son recuerdos muy lindos de la infancia.