“Me gusta mucho la música, pero opté por el fútbol”

Ramiro Bueno, hijo del Potro Rodrigo, dialogó con diario Hoy y recordó a su padre, la música y su pasión por el fútbol

El milagro lo abrazó a su madre, la madrugada del 24 de junio de 2000, mientras la Explorer roja rodaba por la Autopista Buenos Aires-La Plata a la altura del kilómetro 26. 

El niño de apenas tres años acompañaba a sus padres luego de un recital en Escándalo Bailable, en la zona norte de La Plata. 

Hoy, Ramiro Bueno tiene 19 años. Entrena  todos los días en El Porvenir, donde está fichado, y espera llegar a Primera. Durante la noche, estudia Periodismo Deportivo: “Quiero tener una carrera que me respalde el día de mañana”, aseguró.

Debido a sus complicados horarios, no puede trabajar. Él y su mamá viven de unas propiedades que compraron cuando falleció el cantante cordobés y también de los derechos de las canciones del Potro: “Cuidamos los gastos, no nos sobra nada. A veces se complica llegar a fin de mes. Si comemos pizza, es una excepción. Mi mamá hace artesanías y cuida a mis hermanitas”.

—¿Cambiaste el sueño de cantar por el de jugar al fútbol de manera profesional?

—Mi sueño ahora es jugar al fútbol, es mi pasión y me estoy esforzando para llegar lejos. Me gusta mucho la música, pero no me interesa vivir de ella, opté por el fútbol y es lo que voy a elegir siempre. 

—Tenés todo para ser mediático y no lo sos, ¿por qué?

—Tampoco me interesa, no le veo beneficio alguno. Prefiero tener un perfil bajo. Cada tanto, cuando se realiza un homenaje a mi viejo, no tengo problemas en hacer notas. 

—¿Dónde vivís y con quién? 

—Hoy vivo en Buenos Aires con mi mamá y mis dos hermanas. Estoy muy tranquilo acá. Cuando voy a Córdoba visito a la familia: mi abuela Beatriz y las primas. Trato de estar el mayor tiempo posible con ellos. Tengo un gran vínculo tanto con el lado materno como con el paterno. 

—¿Cuáles son tus aspiraciones para un futuro? 

—Aspiro a seguir creciendo como jugador, entreno todos los días y estoy siendo otra persona dentro de la cancha. En El Porvenir me dicen que siga así. Sueño con llegar a la Primera y ojalá pueda estar en un club de la máxima categoría en algún momento. Con eso, ya sería feliz. 

—¿Escuchás a tu viejo o te da nostalgia y tratás de evitarlo?

—Siempre que voy a entrenar escucho canciones de mi viejo. Trato de no hacerlo en exceso, porque me genera un vacío. Escucho tres o cuatro temas y me hace bien, me motiva. Si mi viejo estuviera viendo lo que hago hoy en día, estaría orgulloso. Lo siento siempre conmigo, para mí está acá. 

—¿Cómo te llevás con Juan Carlos Olave?

—Con Juan Carlos tengo buena relación. Soy muy amigo del hijo, y siempre que puedo voy a ver a Belgrano y lo miro a Juanca. Hay muy buena onda con la familia. Hablamos de fútbol y de mi viejo. 

—¿Sos hincha de Belgrano?

—No, de River. Nací en Buenos Aires y siempre me gustó River.