San Carlos: mi club, mi casa...

Wilson Gómez, que ante Excursionistas marcó su primer gol, vive en la sede del Celeste de Berisso. El delantero le abrió las puertas de su intimidad a este medio y relató todas sus vivencias

Pocas veces suele darse que un jugador, integrante del plantel de Primera de un club, viva en la misma sede de la institución. Este es el curioso caso de Wilson Gómez, oriundo de Chabas, Santa Fe, quien llegó como segunda incorporación en el último mercado de pases, luego de que el entrenador Facundo Besada lo tuviera a prueba toda la pretemporada.

Como en cada jornada, luego de entrenar, el delantero de 22 años vuelve a Berisso y se instala en el primer piso de la sede que Villa San Carlos conserva en Montevideo y 25. Allí lo espera una habitación cómodamente ambientada, en la que tiene su cama, un televisor, además de un ventilador y una estufa eléctrica con la que combate el frío, entre otras cosas.

Por estas horas, Wilson, surgido de la cantera de Independiente, atraviesa un momento muy especial, ya que el lunes ante Excursionistas marcó su primer gol en apenas tres partidos jugados con el Celeste, que se acomodó en su lucha por mantener la categoría en la B Metropolitana.

Con mucha amabilidad, Gómez recibió a este medio en su hogar, donde abrió las puertas para relatar todas las emociones que vive en el presente.

—¿Cómo se dio la chance de vivir en la sede del club?

—Cuando llegué estaba a prueba, así que no sabía dónde iba a parar. Solo tenía claro que iba a jugar en San Carlos. Luego, charlamos la posibilidad de vivir acá con Facundo (Besada) y el Vasco (Ochandorena). Ellos finalmente hablaron con los dirigentes para que eso ocurra.

—¿El club te asegura la comida y el hogar?

—Sí, el club me solventa todo. Tanto los alimentos como los insumos.

—¿En la sede te cuidan?

—Sí. Norberto (Paglietini) lo hace (risas).

—¿Qué dice tu familia al respecto?

—Con ellos hablo todos los días. Mis familiares están muy contentos por mi gol y porque esté acá.

—¿Qué sentiste al convertir por primera vez con San Carlos?

—Tengo mucha alegría. Con Excursionistas era una final. Estoy contento por mi primer tanto y por la victoria.

—En el momento que marcaste, ¿qué pensaste?

—Me pasaron muchas cosas por la cabeza. Para colmo, en el gol, la pelota pasó de caño, por abajo de los pies de un defensor. Además lo hice con la pierna derecha, que casi no la uso. Soy muy zurdo (risas).

—Antes de llegar a San Carlos, ¿conocías la institución?

—Sabía que había estado en la B Nacional. Es más, jugué un amistoso contra San Carlos, para Independiente.

—¿Qué te pide el técnico?

—El entrenador me dice que sea desequilibrante. Que encare, ése es mi fuerte. Para jugar de volante no tengo tanto ida y vuelta, soy de ir para adelante. 

—¿Cuál es el sector del campo en el que te sentís más cómodo?

—Me gusta jugar por afuera, en cualquiera de las dos bandas, o por adentro, atrás de los dos delanteros, una especie de enganche. Prefiero hacerlo de frente al arco, ya que de espaldas me cuesta más físicamente. No aguanto mucho los golpes de los defensores contrarios.

—¿Qué idea tenés para el futuro?

—Quiero sumar minutos. Las lesiones me frenaron, en ese sentido. Necesito tener continuidad y, más adelante, veremos cómo se dan las cosas.

Un juvenil de Selección

Wilson Gómez llegó a los 12 años de su ciudad natal, en Santa Fe, a Avellaneda para sumarse a Independiente. Mientras jugaba en la Reserva, dirigida por Gabriel Milito, fue convocado para el seleccionado Sub 20 de Humberto Mario Grondona.

Con la casaca albiceleste fue campeón de un torneo amistoso, la Copa del Atlántico, en las Islas Canarias. En ese equipo se destacaron Augusto Batalla y Gio Simeone.

Gómez es un juvenil que se destaca por su habilidad con la pelota. En 2014 firmó su primer contrato con el Rojo, pero luego, por no tener continuidad, rescindió.