“Siento un orgullo y una felicidad increíbles”

Después de haber obtenido el Mundial Junior de Hockey en Chile, la platense Majo Granatto dialogó con Hoy y arrojó sus sensaciones

Con un crecimiento denodado y una felicidad incansable, que se expresa en el presente profesional de la platense María José Granatto, el campeonato mundial conseguido por el seleccionado argentino Sub 21 mostró nuevamente la mejor cara del hockey nacional, tras una actuación que refleja la notoria madurez de las divisiones menores.

Al respecto, la platense, que fue distinguida como la mejor jugadora del certamen disputado en Chile, dialogó con este medio y arrojó sus sensaciones.

—¿Cómo te sentís después de haber conseguido el título?

—Muy emocionada, con un orgullo y una felicidad increíbles. Vestir esta camiseta es siempre algo especial, más si se consigue un título de esta envergadura. Todavía no caigo.

—Vivieron el Mundial de manera muy intensa. ¿Se formó un gran  grupo?

—Sí, fue un Mundial muy intenso, en el que cada una de nosotras puso lo mejor para cumplir el objetivo. Siempre tiramos para el mismo lado y eso se reflejó en el resultado. Además, poder integrar un plantel con jugadoras de esta magnitud, que dejan todo por el equipo, es algo único, difícil de explicar. Entrábamos a la cancha con la confianza plena de quedarnos con todo.

—¿Cómo vivieron la final?

—Jugamos una final increíble desde todo punto de vista. No sé si hablar del sistema, pero lo hicimos realmente muy bien, con un corazón y una entrega que se corresponden con esta camiseta. Sabíamos lo que nos jugábamos, así que le metimos mucha intensidad al partido y pudimos hacer valer el esfuerzo de estos dos años. 

—¿A quién querés dedicarle el título?

—Como siempre, a toda mi familia, que me acompaña en cada momento, y a mi club, al que amo con todo mi corazón.

El cerebro que encaminó a Las Leoncitas al título

Agustín Corradini, entrenador y comandante del seleccionado sub 21, quien le devolvió el título a la Argentina en esta categoría después de 23 años, charló con este medio una vez finalizado el juego ante Holanda y deslizó su parecer sobre el inmenso logro conseguido en tierras trasandinas.

—Jugaron un partidazo, ¿cómo lo sentiste?

—Fue un partido distinto, apuntamos a realizar nuestro juego, a repetir lo que nos hizo llegar a la final. La noche anterior hablábamos con las chicas de eso y decíamos que íbamos a intentar continuar por esta línea, independientemente de lo que suceda. Por suerte se nos dio.

—¿Es un sueño para vos?

—Sí, es una locura haber conseguido un título del mundo con la selección. Los sueños se sueñan, los objetivos se planifican y esto pasó a ser un objetivo hace tiempo; le pusimos muchas horas de entrenamiento. Es un orgullo que se pueda plasmar en un resultado deportivo. Estamos muy felices.

—¿Cómo se dio la final?

—Fue un hermoso espectáculo contra uno de los mejores rivales del mundo, que tiene categoría de sobra. Sin embargo, nosotros siempre supimos a qué jugábamos y estábamos convencidos que la final era nuestra. Un fiel reflejo de ello fue cuando estábamos 3 a 2 arriba, que no nos replegamos y seguimos buscando más goles, hasta que conseguimos el cuarto. Fue un gran partido de todas las chicas, que demostraron el hambre y las ganas de ganar de este grupo.

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