“Sigo viviendo un sueño”

La ensenadense Sabrina Ameghino, ganadora del Olimpia de Plata en canotaje, visitó el diario Hoy y arrojó su balance de un gran año deportivo 

Nunca lloré tanto en mi vida como este año”, comenzó relatando Sabrina Ameghino, la ensenadense que tuvo una destacada participación en los Juegos de Río , y que condecoró 2016 con el Premio Olimpia de Plata en canotaje. 

Al respecto, Ameghino, envuelta en un manto de emoción por todos los momentos vividos, visitó la redacción de este medio y deslizó sus sensaciones sobre el increíble año deportivo que la tuvo como gran protagonista representando a la región.

—¿Este fue tu año?

—Fue muy intenso, ya que con mi compañera Magui, que estuvo ternada conmigo, obtuvimos la primera medalla en un campeonato del mundo, que si bien no es en una cita olímpica, fue la primera vez a nivel sudamericano que se consiguió en mujeres y nos recibieron desde las Federaciones sudamericanas. A partir de ahí pudimos entrenar con las chicas de Nueva Zelanda, una potencia en nuestra categoría, y eso nos sirvió muchísimo. Creo que competir en los Juegos y después recibir el Olimpia fue una locura. Era reír y llorar permanentemente.

—¿Qué sentiste cuando te nombraron como la ganadora del Olimpia?

—En realidad estaba mirando a Vera (su hija), que la tenía sentada delante mío sacándome fotos porque la dejaron pasar, entonces estaba mirándola porque no quería que se cayera de la escalera. Cuando me nombraron empecé a aplaudir, saludé a los chicos, no entendía nada, fui cayendo después, y cuando subimos todos los ternados que habíamos ganado el de plata, dije, ahora sé en donde estoy parada. Fue genial y aún no caigo.

—¿Hubo un antes y un después de la cita olímpica en tu vida deportiva?

—Sí, fue un todo, porque uno tiene expectativas, pero sobrepasó todo lo que esperaba, y te deja con ganas de muchísimo más. Es como decía antes, yo no quería pasar por Río y nada más, quería dejar algo y se logró. Ahora quiero algo mejor, redoblar la apuesta y apostar a nuevos objetivos.

—¿Qué se viene en materia deportiva para 2017?

—Se viene una pretemporada durísima, yo le digo el desayuno de todos los días, porque si no tenés una buena base no podés bancar la paliza. Sin embargo, tenemos un año tranquilo, espero que así sea para poder seguir trabajando con normalidad, sin preocupaciones. En cuanto a torneos, vamos a afrontar un sudamericano, no creo que vayamos a copas del mundo, y por último el Panamericano a fin de año. Ya en 2018, los Juegos Odesur y de ahí en adelante veremos cómo estamos. Tokyo es un sueño, habrá que ver cómo llego físicamente. Daré todo.