“Todos los días llamo a la Gata porque sé que tiene ganas de volver”

Ante las ausencias de Desábato y Braña en el viaje a Bolivia, Israel Damonte se consolidó dentro y fuera de la cancha como una de las voces de peso en el plantel de Estudiantes, junto con Mariano Andújar. Antes de iniciar las minivacaciones, el volante destacó la importancia de recuperar a Gastón Fernández

Con Gustavo Matosas a la cabeza y tras haber sor-teado con éxito el primer obstáculo del segundo semestre del año, Estudiantes comienza a transitar un proceso de formación como equipo.

La continuidad de algunos referentes y, sobre todo, la llegada de los refuerzos impulsan una etapa de rearmado interno que se manifiesta en cosas simples pero visibles, como los lugares que se ocupan en las mesas al sentarse a almorzar o cenar. 

Ante las ausencias de Leandro Desábato y Rodrigo Braña, otros jugadores de experiencia dentro del plantel asumieron la responsabilidad de contener a los más jóvenes en los 3.900 metros de altura en Potosí. Allí afloró la personalidad de Mariano Andújar, Jonathan Schunke y, principalmente, de Israel Damonte, a quien se  lo observó conversando y aportando indicaciones a Juan Foyth y Santiago Ascacíbar desde el mismo momento en que el equipo saltó al campo de juego en el estadio Víctor Ugarte. 

Antes de emprender el regreso a la Argentina, el platinado volante del Pincha atendió a este diario y se refirió a la importancia de armar un grupo fuerte, desde lo deportivo y lo humano, para encarar un año que tendrá a Estudiantes jugando la Sudamericana primero y la Libertadores después. 

—¿El resultado que obtuvieron en la ida facilitó la clasificación a otra fase de la Copa?

—No, falta el partido de vuelta y queda mucho por jugar. Consideramos que la revancha va a ser tan exigente y complicada como la ida. Nacional demostró que tiene una idea de juego. En Bolivia pudimos mantener la calma y sacar el partido adelante con una jugada de contragolpe.

—¿Pensás que Nacional va a jugar de la misma manera en la revancha?

—Queda mucho para pensar en la clasificación y en cómo se puede presentar el enfrentamiento. Nosotros tenemos que demostrar en la cancha lo que hicimos en el primer partido. Esperemos poder disfrutar los días de vacaciones y luego empezar a preparar lo que viene. La llave está abierta, principalmente por el rival.

—¿Cómo evaluás tu desempeño después de no haber cerrado de la mejor manera el primer semestre?

—Estoy contento por haber sumado 90 minutos. En el semestre pasado había sentido mucho el trajín de los partidos, pero por suerte pude aprovechar los días previos al encuentro con Nacional para ponerme en forma. Se trató de una minipretemporada que nos vino bien. Ahora tenemos que pensar en aprovechar los días que nos quedan para descansar y después preparar la revancha.

—¿Cómo analizás el trabajo de los refuerzos, dos jugadores a los que conocés muy bien por un pasado común en el club?

—Me encantó el aporte que dieron tanto Mariano (Pavone) como Pablo (Lugüercio). En este equipo, cuando sufrimos lo hacemos todos juntos y cuando disfrutamos también. Ellos tienen un plus por salir de las Inferiores del club y conocen cómo se piensa en esta institución. 

—En la intimidad del plantel, ¿cómo fue afrontar este viaje sin dos referentes del equipo como el Chavo Desábato y el Chapu Braña?

—Se trata de jugadores que siempre se extrañan, no solo por lo que aportan dentro de la cancha, sino también fuera del campo. En Estudiantes todos los futbolistas son importantes y ellos no son la excepción. 

—Sos amigo de la Gata Fernández: ¿estás en contacto con él para informarte sobre cómo están las negociaciones para su retorno?

—La realidad es que todos los días llamo a la Gata porque sé que tiene ganas de volver a la institución. Esperemos que finalmente se pueda concretar su vuelta. Para nosotros sería importante tenerlo, porque es un jugador de gran jerarquía. Veremos cómo se da la situación y qué puede arreglar la dirigencia, ya que hay otras cuestiones que deben resolverse.

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