Un campeón todoterreno que crece a pasos agigantados

Después de lograr innumerables títulos a nivel local e internacional, el taekwondista platense Lucas Marchel dejó por un tiempo de lado su pasión por este deporte y repasó con este medio su primera conquista en el certamen Vastator de full contact

Campeón mundial de artes marciales combinadas en Estados Unidos en 2012, ganador del campeonato del mundo juvenil de taekwondo en Honduras 2006, vencedor, con la selección mayor, en la Copa del Mundo de Italia 2008, ganador del título mundial en Argentina 2009... Esos son algunos de los éxitos más resonantes del platense Lucas Marchel. 

Tras ser invitado por Maximiliano “Jet” D’Agata (uno de los mayores exponentes del full contact en el país) y contando con el apoyo de su instructor de taekwondo, Raúl Ramos, Lucas ahora conquistó el título en el certamen Vastator, que se desarrolló en Liniers, gracias al nocaut que le propinó a los 10 segundos del segundo round a un rival de Capital Federal, en la categoría 86 kilogramos.

En ese sentido, el cuarto Dan y profesor de Educación Física, nacido en el populoso barrio Hipódromo hace 28 años, dialogó en exclusiva con El Clásico y deslizó sus sensaciones sobre el título obtenido, además de adelantar los objetivos que se avecinan en 2017.

—¿Cómo se dio el certamen?

—El torneo contó con 90 peleas pactadas, dentro de las cuales hubo full contact, kick boxing y MMA. Gracias a mi triunfo contra el rival de Capital Federal logré sumar los primeros cuatro puntos en el ranking provincial, abriendo el camino de cara al futuro Mundial, a realizarse en 2018 en la Argentina.                        

—¿Qué significó alcanzar el título en una disciplina distinta al taekwondo?

—Fue algo interesante. Me presenté con la perspectiva de seguir con el sistema de lucha propio del Taekwondo ITF, aunque ajustándome a las reglas del full contact. Ya en otras ocasiones me había metido en veladas de esta actividad acá en el país y también en Brasil, teniendo la misma lógica: explotar nuestro esquema de pelea en otra modalidad. Creo que eso es clave y da una mayor amplitud técnica y táctica también.                        

—¿Soñás con competir en el Mundial?

—Un campeonato del mundo implica un largo camino y particularmente no pienso tomarlo como tal. Me gusta ir paso por paso, disfrutando cada pelea. Los resultados se van a ir dando solos, el anhelo y el hambre siempre están.

—¿Qué te espera en materia deportiva en taekwondo?

—Hoy la mirada está puesta en dos aspectos. Por un lado, pretendo tener un buen nivel para estar apto para las competencias que se presenten. Y por otro, la idea es seguir creciendo como escuela, mejorando cada vez más la calidad formativa. Es muy importante mantener la motivación. Si bien hace años tuvimos un despegue tremendo, creo que la combinación de calidad formativa para enseñar y las innumerables experiencias en competencias en todo el mundo hacen que, en la actualidad, la escuela tenga el éxito y el peso que tiene.