¡Vamos, vamos Pincharrata...!

En un final épico y caliente, los jugadores de Estudiantes festejaron a lo grande. Abrazos, emoción y cánticos para un triunfo ¡histórico!

El final fue dramático y repleto de tensión. En desventaja, Gimnasia quemó las naves, y con sus armas, fue en busca del empate salvador que le permitiese avanzar de fase. Por su parte,  el Pincha se replegó buscando una contra salvadora y así liquidar el duelo un poco más holgado. Fueron momentos eternos, imborrables e históricos que quedarán en la memoria de todos

Segundos después del pitazo de Néstor Pitana, que decretó el final de un partido caliente, los jugadores con las pulsaciones a un ritmo vertiginoso, se encontraron en la mitad de la cancha provocando varias escaramuzas. Mientras Troglio le recriminaba a Pitana su mal arbitraje, Vegetti buscaba revancha con Silva y Barsottini buscaba revancha, el Chavo Desábato, Román Martínez y Jonathan Schunke agruparon al grueso del plantel albirrojo y lo llevaron hacia el arco uno de los arcos para iniciar un festejo alocado dentro del campo de juego que se prolongó a las tribunas de un estadio Ciudad de La Plata que lució repleto de hinchas Albirrojos que no pararon de alentar en todo el partido. 

Los más jóvenes, aquellos que desde inferiores mamaron lo que significa ganar un clásico, no paraban de saltar y cantar junto a los simpatizantes quienes en sus canciones hicieron permanentemente  alusión al brujo enano que llevó la delegación Albiazul el lunes por la tarde para realizar una limpieza espiritual en el terreno de juego. 

Algunos como el pibe Rosales, entre saltos y abrazos, se secaba las lágrimas por la emoción y además por haber sido una de las figuras del Pincha. Leo Jara, Auzqui (tuvo su gran noche), el “Tucu” Correa, mostrando signos de la lesión, y Guido Carrillo se fundieron en un solo grito. Al rato, mostrando más experiencia y  aplomo producto de varias batallas en el lomo, los más grandes se sumaron al delirio y todos juntos entonaron al unísono el cántico que fue el más se escuchado en el Unico. “¡Vamos, vamos pincharrata, vamos, vamos a ganar, que nacieron hijos nuestros…!”