Bolivia y Chile acuerdan diálogo tras incidentes fronterizos

Las deliberaciones del Comité Fronterizo entre las delegaciones de Bolivia y Chile, realizado durante ayer en la ciudad boliviana de Santa Cruz, tras más de seis años sin reuniones por las tensiones bilaterales de los últimos años, finalizó con múltiples acuerdos alcanzados entre las dos partes y una agenda a desarrollar hasta octubre.

Así lo señalaron la directora de Fronteras y Límites de Chile, Ximena Fuentes, y la directora general de Relaciones Bilaterales de Bolivia, Dayana Ríos, tras firmar el acta de integración entre los dos países. 

Según detalló Fuentes, el trabajo del Comité se centró en “dos grandes temas: la facilitación fronteriza y la cooperación en ella”.

“Esto es sólo un resumen de los múltiples acuerdos y compromisos que hemos adquirido en materia de cooperación fronteriza”, afirmó Fuentes, quien destacó el “espíritu positivo” que inspiró a ambas delegaciones durante el encuentro.

La reunión, que celebró su décimotercera edición y que se extendió por más de doce horas, sirvió para abordar asuntos como el control integrado, en busca de hacer más expeditiva la atención en los pasos fronterizos, acordando evaluar la posibilidad de implementar una “tarjeta vecinal fronteriza”.

Ríos y Fuentes también anunciaron que habrá una serie de reuniones técnicas a futuro en las que se buscará establecer un mecanismo para facilitar la devolución de vehículos robados y recuperados en territorio de Bolivia.

Fuentes agregó además que una muestra del “éxito” que tuvo la reunión es que se acordó realizar el décimocuarto encuentro el 25 y 26 de octubre de este año, en la norteña ciudad chilena de Arica.

Pero este ambiente tan triunfalista no fue el que transmitió durante la jornada el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Heraldo Muñoz, para quien el tenor de esta reunión fue sólo “técnico o práctico”.

“El Comité de Fronteras está definido en esos términos; ha habido 12 reuniones de esta naturaleza en el pasado y las partes saben cuáles son los asuntos que se tratan allí”, señaló Muñoz.

Asimismo, enfatizó que en los temas que trata el comité “no están los sometidos al conocimiento del tribunal de La Haya, así que no puede haber ninguna equivocación sobre el contenido y el desarrollo de la reunión”.

El canciller Muñoz también comentó el último mensaje del presidente boliviano, Evo Morales, quien a través de su cuenta en Twitter indicó que “las puertas del Palacio Quemado son puertas al diálogo y están abiertas a Chile porque queremos llegar a una solución para #MarParaBolivia”.

“Ya conocemos los tuits y declaraciones del presidente Evo Morales. En mi caso, cuando las realiza entran a mi bandeja de correos no deseados y los dejo de lado, no los respondo. Lo que importa en este momento es el Comité de Fronteras, que se dedica a cuestiones técnicas y prácticas, y en eso esperamos la cooperación de Bolivia y si la hay, también habrá cooperación de nuestra parte”, señaló enfático.

En tanto, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado chileno, Hernán Larraín, sostuvo que “Morales se equivoca al pensar que este es el inicio de una etapa distinta, o que estamos en condiciones de tener relaciones diplomáticas normales, como dos países amigos, porque mientras el Gobierno siga agrediendo a Chile es imposible tener relaciones que no sean las estrictamente necesarias”.

Con todo, el encuentro bilateral de ayer fue el primero a este nivel después de recientes incidentes ocurridos en la frontera entre ambos países.

El domingo 9 de julio fueron devueltos a Chile dos carabineros (policía uniformada) que habían sido detenidos tras haber pasado a territorio boliviano en una persecución de un vehículo sospechoso. 

Una semana antes, nueve bolivianos, entre ellos dos militares y siete agentes de aduana, fueron expulsados de Chile luego de que la Justicia los declarara culpables de robo, contrabando y porte ilegal de armas.

El grupo estuvo detenido por más de 100 días en una cárcel del norte chileno.
El presidente Morales y otras autoridades de su gobierno compararon los dos incidentes y reclamaron "reciprocidad" para futuros conflictos fronterizos.

Además, aseguraron que los nueve agentes de su país fueron "juzgados injustamente" en Chile.
Chile y Bolivia mantienen sus relaciones a nivel de embajadores suspendidas desde 1978 tras el fracaso de las negociaciones que llevaban adelante los dictadores Hugo Banzer y Augusto Pinochet sobre el centenario reclamo de La Paz de una salida soberana al océano Pacífico. 

Bolivia demandó a Chile en 2013 ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para reclamar una negociación sobre su demanda marítima. Asimismo, Santiago querelló a La Paz ante este mismo tribunal para que se declaren las aguas del río Silala como un "río internacional".