Bruselas, en alerta máxima

La capital belga prolongó las medidas excepcionales en busca de uno o más extremistas vinculados con los últimos atentados en suelo europeo.

Mientras centenares de efectivos patrullaban Bruselas por segundo día y las autoridades buscaban a uno o más extremistas, el gobierno belga decidió ayer mantener a la capital en máximo estado de alerta antes del inicio de la semana laboral para impedir ataques similares a los ocurridos en París el 13 de noviembre pasado.

Al mencionar una amenaza “grave e inminente”, el primer ministro, Charles Michel, anunció la cancelación de clases para hoy en las escuelas y universidades de Bruselas, en tanto que el subterráneo continuará cerrado, lo que impedirá el regreso a la normalidad en la ciudad sede de las principales instituciones de la Unión Europea.

“Tememos ataques como los sucedidos en París, con participación de varios individuos, quizá en distintos lugares”, dijo Michel después de que presidiera una reunión del Consejo de Seguridad Nacional de Bélgica.

Mientras Bruselas era mantenida en el más alto de los cuatro niveles de alerta, el resto del país permanecía en categoría tres, lo que implica que un atentado es “posible y probable”. “A nadie agrada esta situación. Tampoco a nosotros. Pero debemos asumir nuestra responsabilidad”, declaró Michel.

Una serie de redadas de la policía en el centro de Bruselas culminó anoche, de acuerdo con un funcionario que habló a condición del anonimato porque la investigación general seguía en curso.

Nervios y confusión

La situación se tornó tensa anoche en los alrededores de la vasta área de la Grand Place; la policía vigiló la zona y realizó diversas operaciones en busca de sospechosos. En un momento, las fuerzas de seguridad cerraron calles y gritaban a la gente que se retirara.

Por su lado, gobernantes occidentales intensificaron ayer su discurso contra el Estado Islámico, que se adjudicó los ataques en París en los que al menos 130 personas perdieron la vida y centenares resultaron heridas; los atentados con bombas perpetrados por suicidas y que dejaron 43 muertos y más de 200 heridos en Beirut; y el derribo del avión de una aeronave rusa con 224 personas a bordo en la península del Sinaí en Egipto. Todas estas acciones tuvieron lugar desde el pasado 31 de octubre.

La decisión de poner a Bruselas en máxima alerta fue adoptada el sábado en la mañana cuando las autoridades buscaban intensamente a Salah Abdeslam, de quien se cree tuvo una participación crucial en los ataques del 13 de noviembre en Francia. Se sabe que cruzó a Bélgica el día después de los atentados.

El ministro del Interior, Jan Jambon, advirtió que la amenaza no desaparecerá sólo con la captura de Abdeslam y que buscan a diversas personas relacionadas con los preparativos de posibles ataques en Bruselas. “La amenaza terrorista es más amplia que sólo esa persona”, afirmó Jambon. “Perseguimos diversos aspectos. Por eso efectuamos una gran exhibición de fuerza y damos seguimiento a todo al minuto. No tiene caso ocultar esto”, agregó.