Cambio climático, crisis migratoria y libre comercio, los puntos claves del cierre de la cumbre del G20

Los líderes del G20 suscribieron un comunicado conjunto al término de la cumbre en Hamburgo, con el que buscan afrontar “los mayores retos globales económicos y contribuir a la prosperidad”.

El objetivo principal de este foro de economías industrializadas y emergentes sigue siendo lograr “un crecimiento fuerte, sostenible, equilibrado e inclusivo”, pero el documento final incluye también quince páginas de acuerdos en la materia, que van desde lo financiero a lo sanitario, pasando por la lucha contra la corrupción y el cambio climático.

Por su parte, la canciller alemana Angela Merkel, anfitriona del acontecimiento, se mostró satisfecha de que el G20 haya respaldado de forma unánime en su cumbre el libre comercio y condenado el proteccionismo, pese a las disputas en este ámbito, sobre todo con Estados Unidos. 

En la rueda de prensa final, Merkel subrayó que el comercio internacional produjo “los debates más intensos” de la cita, pero que finalmente pudo alcanzarse un compromiso en este foro de economías industrializadas y emergentes. 

La jefa del gobierno alemán indicó que el G20 también se mostró de manera unánime en contra del “comercio injusto” y abogó por que estén “basados en reglas” los intercambios internacionales. Destacó que incluso en el caso del acero se ha apostado por buscar una solución multilateral.

La preocupación del Papa

El Papa expresó su preocupación por la cumbre de los jefes de Estado del G20, ya que cree que el encuentro “afecta directamente a los migrantes”.

“Temo las alianzas muy peligrosas entre potencias que tienen una visión distorsionada del mundo: Estados Unidos y Rusia, China y Corea del Norte, Putin y Asad en la guerra de Siria”, aseveró Francisco. 

“El peligro concierne a la migración. Nuestro problema principal y, desgraciadamente, cada vez mayor en el mundo de hoy es el de los pobres, los débiles, los excluidos, de los que los migrantes forman parte”, explicó, denunciando a los países que “tienen pocos pobres locales y temen la invasión de los migrantes”.