El Reino Unido cree que EE.UU puede volver a atacar a Siria

El ministro de Exteriores del Reino Unido, Boris Johnson, afirmó que Estados Unidos "ha golpeado y, por supuesto, puede volver a golpear" posiciones del régimen del presidente sirio Bashar Al Asad.

"Eso crea una ambigüedad que debería pesar sobre las mentes culpables de Damasco", afirmó en una entrevista publicada hoy por el diario británico The Sunday Telegraph.

Johnson califica a Al Assad como un "architerrorista" y asegura que el Reino Unido y sus aliados reunirán pruebas para "perseguir por crímenes de guerra a los responsables" del supuesto bombardeo químico del pasado día 4 en Siria.

Esa fue justamente la agresión que llevó a Washington a lanzar 59 misiles de crucero sobre una base aérea siria como represalia.

A pesar que el gobierno sirio ha negado su responsabilidad en el ataque, Johnson sostuvo que Estados Unidos, el Reino Unido y sus "aliados clave" creen que "es altamente probable que fuera un ataque de Al Assad contra su propia gente, usando armas prohibidas hace casi cien años".

El ministro de Exteriores reiteró además que Moscú debe utilizar su influencia en Siria para acabar con la crisis.

Al Assad "es literal y metafóricamente tóxico, y ha llegado el momento de que Rusia lo entienda. Todavía tiene tiempo de estar en el lado correcto", indica.

"Los rusos le salvaron (a al Assad) y los rusos pueden ayudar a derrocarlo", señala.

Para Johnson, Moscú puede "unirse a una coalición de más de 60 países para combatir al Estado Islámico (EI) y mantener sus intereses estratégicos en Siria, con la perspectiva de tener una relación más productiva con el presidente (estadounidense, Donald) Trump".

Rusia "todavía cuenta con innumerables grupos rebeldes a los que subyugar, pero se han incluido a sí mismos en una liga de supervillanos con Hezbullah y Al Assad. ¿Es eso lo que quieren?", se pregunta el diplomático británico.

Sin embargo, Johnson descartó que el Reino Unido vaya a abogar por una mayor intervención militar en Siria.

"Todos sabemos que estamos muy lejos de cualquier despliegue a gran escala, de cualquier gran acción occidental en Siria", señaló y recordó que "las lecciones de la invasión de Irak en 2003 son dolorosas y, comprensiblemente, afectan a los políticos y los ciudadanos de ambos lados del Atlántico".