El trágico relato de una argentina que estuvo en el aeropuerto de Estambul

Fueron al menos tres los atacantes que dispararon a mansalva ayer sus fusiles Kalashnikov y luego se inmolaron haciendo estallar sus explosivos frente a decenas de personas en el principal aeropuerto de la ciudad turca de Estambul. Al menos 41 personas murieron y más de 150 resultaron heridas.

Candela Glikin estaba ahí cuando se desató el terror. Ella tiene 24 años, viajó con su novio y llegó a Turquía para pasar sólo un par de horas: su destino final era Dinamarca, a donde pasará un año entero. Sin embargo, ni bien bajó del avión todo se transformó en pánico. 

"Teníamos una espera de ocho horas en Estambul, pero íbamos a ir a un hotel porque Turkish Airlines te lo provee cuando comprás el pasaje. Cuando vimos que se nos acercaba toda esa gente, comenzamos a correr y terminamos todos en la manga de un avión. Había nenes llorando, gente mayor desesperada y en el medio nosotros que no entendíamos nada de lo que pasaba ni de lo que decían. Sí pudimos entender la palabra bomba", contó Candela en declaraciones.

"Decían algo de armas y bombas; nosotros sentíamos terror. Tuvieron que pasar horas hasta que conseguimos tranquilizarnos y que la situación se normalice. Tardamos horas para ingresar al país y que nos sellaran los documentos", relató.

Luego, contó que todos los que eran argentinos, unos 33, se juntaron en uno de los rincones del aeropuerto, que consiguieron ponerse en contacto con los funcionarios del consulado argentino en Turquía.

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