El Vaticano aclaró que las llamadas privadas de Francisco "no tienen confirmación ni fiabilidad"

El Vaticano pidió hoy no deducir "consecuencias relativas a enseñanzas de la Iglesia" en las llamadas telefónicas que realiza el papa Francisco y advirtió que la difusión del contenido de estas conversaciones privadas pueden llevar a "confusión".

El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, diferenció las llamadas personales del pontífice de sus actividades públicas, después que una mujer de Santa Fe y su esposo dijeron que en una de esas llamadas el Papa la autorizó a recibir la comunión, pese a estar divorciada en nueva unión civil.

"Hay que evitar deducir de esta circunstancia consecuencias relativas a la enseñanza de la Iglesia", aseveró en un comunicado el vocero vaticano.

Lombardi aclaró que esas comunicaciones telefónicas del pontífice son parte de sus "relaciones personales pastorales".

"Como no se trata absolutamente de la actividad pública del Papa no hay que esperar informaciones o comentarios por parte de la Oficina de Prensa", agregó.

El vocero sostuvo que "las noticias difundidas sobre esa materia - ya que están fuera del ámbito propio de las relaciones personales - y su amplificación mediática no tienen por lo tanto confirmación alguna de fiabilidad y son fuente de malentendidos y confusión".

Ayer, el sacerdote José Ceschi, de la localidad de San Lorenzo, provincia de Santa Fe, descreyó de que el Papa haya autorizado a recibir la comunión a una mujer divorciada y en nueva unión de esa localidad, como ella y su esposo dijeron esta semana tras recibir una llamada telefónica del pontífice argentino.

"Es imposible que el Papa Francisco le haya dado permiso, es imposible que haya hecho eso", interpretó Ceschi. No obstante, consideró verosímil que el pontífice haya llamado a la mujer en respuesta a una carta que esta le envió el año pasado para platearle su situación matrimonial porque "él sorprende así a la gente".

El sacerdote avaló de este modo la decisión de otro sacerdote de esta ciudad santafesina, Sergio Tofful, quien se negó a darle el sacramento de la eucaristía a la mujer por su condición de divorciada en nueva unión, cumpliendo así las disposiciones vigentes actualmente en la Iglesia.

El martes, el esposo de la mujer, Julio Sabetta dijo a través de las redes sociales y en declaraciones periodísticas que su esposa recibió un llamado del Papa, autorizándola a recibir la comunión. El hombre explicó que la llamada se originó en una carta que su esposa le envió en septiembre.

Sabetta dijo que "la mamá de un amigo la incentivó para escribirle porque mi mujer se divorció antes de casarse conmigo por civil y no podía comulgar. Quería saber cómo hacer, porque sentía que le faltaba a la Iglesia si tomaba la comunión".

"Ayer sonó el teléfono. Se presentó como el padre Bergoglio, dijo que estaba conmovido por la situación y le pasé con mi mujer. Habló unos diez minutos. Le dijo que es un tema que está tocando en el Vaticano, porque el divorciado que comulga no está haciendo nada malo", precisó.

El tema de la comunión de los divorciados en nueva unión civil es motivo de discusión en el Vaticano y el Papa convocó a un sínodo en octubre en el que se analizarán las nuevas realidades familiares y el modo en que la Iglesia debe encarar "con misericordia" esta pastoral específica.

Para algunos observadores, la Iglesia se encamina a permitir la comunión a los católicos divorciados en nueva unión, al menos en ciertos casos y bajo determinadas condiciones.