En medio del conflicto en Gaza, Israel cambia de presidente

La ceremonia en la que el derechista Reuvén Rivlin sustituirá a Shimon Peres se verá eclipsada por la situación de guerra que se vive en la Franja de Gaza.

El primer ministro Benjamin Netanyahu, que habitualmente vive en Jerusalén, se encuentra esta última semana en Tel Aviv en la sede del Ministerio de Defensa, donde ha celebrado todas sus reuniones de trabajo, pero hará una pausa en su agenda para regresar a la ciudad santa.

Se desconoce si, como es habitual, los altos mandos participarán también en el acto, dado que la mayoría están ocupados con la ofensiva "Margen protector" en Gaza.

Rivlin, de 74 años, se hizo el mes pasado con la Presidencia de Israel en una ajustada votación en el Parlamento, donde fueron necesarias dos vueltas para elegir al sucesor del nonagenario Peres.

Abogado de formación, amante del fútbol y con un fuerte sentido del humor, el próximo presidente israelí es también uno de los mayores defensores de la ideología del Gran Israel, que niega el derecho de los palestinos a un Estado propio, por lo menos, no al oeste del río Jordán.

Sin embargo, Rivlin ha adoptado desde su elección una postura mucho más tolerante e incluso ha considerado que la condena que el presidente palestino, Mahmoud Abbas, hizo del secuestro y asesinato de tres estudiantes israelíes en Cisjordania, en junio, abrió una "ventana al diálogo" y alentaba un canal de comunicación entre Jerusalén y Ramala.

En cualquier caso, la suya es una ideología derechista que él combina genuinamente con un talante democrático a la vieja usanza del Likud, y que han reconocido desde siempre sus más acérrimos rivales políticos, incluidos los de la izquierda pacifista y la minoría árabe.

Peres, 91 años y el político israelí de mayor trayectoria en numero de cargos, jerarquía y vida en activo, dejará la presidencia después de siete años de mandato, aunque según fuentes próximas a la presidencia "no dejará de trabajar por Israel, sólo cambiará de oficina".