La Corte estadounidense validó el veto migratorio de Trump

La medida limita el ingreso a Estados Unidos de ciudadanos de seis países de mayoría musulmana. “Es una victoria para nuestra seguridad nacional”, festejó el republicano

La Corte Suprema de Estados Unidos convalidó la entrada en vigencia de una parte del discutido decreto de veto migratorio impulsado por Donald Trump, destinado a prohibir el ingreso al país de refugiados y ciudadanos de seis naciones de mayoría musulmana.

Tras meses de bloqueo judicial, los magistrados del máximo tribunal estadounidense decidieron por unanimidad aceptar el caso y, mientras lo resuelven, levantar su suspensión y permitir provisionalmente que se aplique a todos los ciudadanos de Irán, Libia, Siria, Somalia, Sudán y Yemen que no tengan un vínculo fiable con “una persona o entidad de Estados Unidos”.

Tras conocerse el fallo, Trump celebró la medida. “Es una clara victoria de nuestra seguridad nacional. Como presidente no puedo autorizar la entrada de quienes nos quieren hacer daño”, afirmó, exultante, el mandatario.

La decisión de la Corte implica que el gobierno republicano podrá negar la entrada al país a cualquier individuo de alguna de esas seis naciones que no pueda probar que tiene familiares en territorio estadounidense o planes ya establecidos para trabajar o estudiar en el país. Así, la máxima instancia judicial determinó que Trump podrá prohibir el ingreso de los “extranjeros que no tengan ninguna relación genuina con una persona o una entidad de los Estados Unidos”.

Por tanto, la decisión de los jueces afecta sobre todo a los refugiados, que por definición están huyendo de sus países de origen y, en teoría, no tienen por qué tener ningún tipo de relación con algún ciudadano estadounidense.

El decreto de Trump buscaba anular durante 120 días el programa de acogida de refugiados, así como prohibir durante 90 días el ingreso a Estados Unidos de los ciudadanos de los seis países de mayoría musulmana mencionados. De esta forma, solo podrán entrar los refugiados y los nacionales de estos seis países que puedan demostrar que tienen una relación familiar o profesional con algún ciudadano estadounidense.