Los últimos diálogos entre la torre de control y la tripulación antes del naufragio en Corea

Mientras continúa la investigación del naufragio del buque surcoreano Sewol, que causó 300 muertos o desaparecidos, la transcripción del diálogo entra la tripulación con la torre de control puso de manifiesto la confusión y los errores producidos en los momentos clave.

Las dudas del capitán a la hora de evacuar el barco cuando empezó a inclinarse, la incapacidad de la tripulación para desplegar los botes salvavidas o la avería del sistema de megafonía son hechos que se ponen de manifiesto en esas comunicaciones y que pudieron contribuir al gran costo humano del accidente.

"El ferry está en peligro. Se está inclinando", fue la primera emisión radiofónica desde la cabina del barco a la torre de control de su destino, la isla de Jeju,  varios minutos después de escucharse un fuerte estruendo en la nave.

Más tarde, la torre de control pidió a la tripulación del Sewol ponerse los chalecos salvavidas y evacuar a los pasajeros, pero "para la gente es difícil moverse", contestó la cabina, supuestamente por el elevado grado de inclinación ya alcanzado.

En los siguientes minutos las autoridades del barco pidieron constantemente que se aceleraran los servicios de rescate mientras el barco se escoraba cada vez más, hasta alcanzar una inclinación de 50 grados a las 9.17, según comunicaron por radio las autoridades del transbordador.

Más tarde, la torre de control recordó a la tripulación que solicitara a los pasajeros usar chalecos salvavidas, pero la respuesta fue que "no se puede hacer el anuncio" porque el sistema de megafonía había quedado inutilizado.

A pesar de las circunstancias extremas el capitán siguió sin dar la orden de evacuación de los pasajeros al no obtener la confirmación de que éstos iban a ser inmediatamente rescatados en caso de salir al exterior, según la transcripción.

La máxima autoridad del buque, que el viernes prestó declaración tras su arresto, confesó que tenía miedo de que los pasajeros murieran arrastrados por el viento, las fuertes olas y las corrientes marinas en caso de evacuarlos antes de la llegada de los equipos de rescate.

Sin embargo, su decisión provocó que la mayoría quedaran atrapados dentro del barco, lo que elevó la cifra de muertos y desaparecidos a más de 300.

En cuanto a los botes de emergencia, se reveló que los tripulantes no fueron capaces de desplegarlos debido a la rápida inclinación del ferry.

Las comunicaciones entre el Sewol y la torre de control finalizaron un minuto después de que el capitán confirmara que dio finalmente la orden de evacuación, aunque demasiado tarde como para permitir a la mayoría ponerse a salvo.

Lee Joon-seok, de 69 años, junto con otros miembros de la tripulación, abandonó presuntamente el barco antes que la mayoría de los pasajeros, por lo que fue arrestado y se le acusa de descuidar su seguridad.

De las 476 personas que viajaban en el Sewol -incluidos 325 estudiantes de 16 y 17 años- sólo se pudieron salvar 179 vidas, 64 fueron confirmadas muertas y 238 siguen desaparecidas.

Los buzos prosiguen sus labores para rescatar cuerpos del barco, mientras las posibilidades de hallar a alguien con vida son prácticamente nulas.