Un camión embistió a cientos de personas y hubo nueve muertos

Masacre en una feria navideña en Alemania

Un camión embistió a cientos de personas que paseaban por el mercado central de Berlín, dejando un saldo de nueve muertos y cincuenta heridos. Sospechan que se trató de un atentado y hay indicios de que el Estado Islámico se adjudicó la autoría

Un camión de gran porte irrumpió ayer en una feria navideña que se desarrollaba en pleno corazón de Berlín, matando a nueve personas e hiriendo a más de cincuenta.

Todo ocurrió en la plaza Breitscheidplatz, donde cada diciembre se desarrolla uno de los paseos más tradicionales de ese país. Allí, mientras centenares de alemanes hacían sus compras en el popular mercado navideño o cenaban en los restaurantes de la zona, apareció el vehículo embistiendo todo lo que encontró a su paso.

El copiloto murió en el impacto y el conductor logró huir, aunque horas después fue detenido por la Policía local.

Un lugar emblemático

La feria navideña atacada se encuentra pegada al zoológico de la capital alemana, del lado opuesto al edificio de la Cámara baja del Parlamento (Reichstag) y a la famosa Puerta de Brandeburgo, muy cerca de la iglesia Gedächtniskirche, famosa por su cúpula, bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial, que sigue sin restaurarse como emblema del país.

Según reconstruyeron medios locales, el camión se subió al paseo peatonal, circuló por un camino entre los puestos del mercado y terminó estrellándose contra un gran pino ubicado en el centro de la instalación navideña.

Mientras un vocero de la Policía de Berlín sostuvo que el vehículo recorrió 80 metros antes de parar, una testigo le dijo a la BBC que el chofer iba a unos 64 km/h, y que no intentó frenar.

Todo hace suponer que se trató de un atentado terrorista. De hecho, esa es la principal hipótesis sobre la que trabajaban anoche las fuerzas de seguridad, sobre todo teniendo en cuenta que Alemania se encontraba en alerta por posibles ataques en Berlín durante las fiestas navideñas.

El diario New York Post confirmó que la cuenta de Twitter de “La Fuerza de Movilización Popular” iraquí publicó que el ISIS se adjudicó el ataque, pese a lo cual el ministro alemán de Interior, Thomas de Maizière, se negó a especular al respecto, recordando que es práctica habitual del grupo terrorista atribuirse ataques.

Desde la Policía de Berlín informan que analizan si se trató de un ataque de un lobo solitario, es decir, de una persona sin vínculos con organizaciones o grupos radicales, o si el conductor era parte de una célula extremista más grande.

En tanto, la canciller Angela Merkel convocó a un gabinete de crisis y De Maizière dijo que “muchos indicios hacen pensar que lo de Berlín es un ataque”.

La pista del camión

El vehículo que protagonizó el múltiple ataque pertenece a una compañía de carga polaca, al igual que el copiloto fallecido.

El dueño de la empresa de transportes registrada en la ciudad de Gdansk, le contó a un medio de su país natal que el conductor que manejaba el camión hasta Berlín era su primo y consideró “imposible” que haya chocado, porque tenía quince años de experiencia como chofer. “Le deben haber hecho algo”, afirmó, sugiriendo la posibilidad de que le hayan robado el vehículo.

El titular de la firma informó, además, que sus trabajadores perdieron contacto con el chofer cuatro horas antes de los hechos.

Al cierre de esta edición, medios germanos informaban que el detenido podría ser afgano o paquistaní.

Sin argentinos entre las víctimas

Aún no hay noticias de argentinos víctimas del ataque, informó la Embajada argentina en Alemania, que agregó que estaba en contacto con la Policía y aguardaba “atenta” cualquier información sobre la suerte de compatriotas.

El paralelo con el atentado de Niza y las nuevas formas de terrorismo

El incidente de Berlín remite inmediatamente al perpetrado en julio en la ciudad francesa de Niza, cuando un francés de origen tunecino embistió con un enorme camión a una multitud que esperaba para ver los fuegos artificiales del Día de la Bastilla y mató a 86 personas.

Durante dos kilómetros, arremetió con el vehículo a adultos y niños a 90 km/h. En el trayecto, dio volantazos y giros rápidos para atropellar a más gente. La avenida quedó cubierta de cadáveres y cientos de heridos hasta que varios agentes terminaron a balazos con el agresor.

El atentado de Niza fue reivindicado por la milicia Estado Islámico (ISIS), la misma que desde entonces difunde por las redes sociales un manual de cómo atentar y matar a civiles en los países occidentales con camiones o cuchillos, dos tipos de armas improvisadas casi imposibles de detectar en la vida diaria de una sociedad.

Ese tipo de ataques son los que más aterrorizados tienen a los países amenazados por el islamismo, ya que, al ser cometidos por un solo individuo con escasos medios y logística, son muy difíciles de predecir.

De hecho, el chofer del camión de la ofensiva en la ciudad costera francesa no estaba fichado por los servicios antiterroristas y solo tenía antecedentes policiales por una agresión durante una discusión de tránsito. No había ningún rastro en los servicios de inteligencia, ninguna huella de radicalización islamista. El autor de la matanza solo necesitó alquilar tres días antes un camión muy cerca del objetivo. Lo estacionó y, poco antes de la masacre, llegó en bicicleta hasta el vehículo. 

Suiza también fue blanco de un ataque

Ayer por la tarde, hubo otro ataque en Zúrich en el que también se investiga un posible motivo terrorista, aunque todavía está por determinarse. Un hombre de unos 30 años entró poco después de las 17.30 en una mezquita cercana a la estación de tren de la ciudad suiza y abrió fuego contra los fieles que allí rezaban. Hirió a tres personas, a dos de ellas de gravedad.

El atacante llevaba ropa oscura y huyó antes de que pudieran apresarlo. “Nunca tuvimos ningún problema”, dijo Abukar Abshirow, un somalí que normalmente acude a la mezquita, y agregó que las tres víctimas eran somalíes. 

Alemania se encuentra en estado de alerta desde julio, por los dos ataques en Baviera realizados por refugiados que decían actuar en nombre del ISIS. El primero fue llevado a cabo por un joven afgano, que hirió con un hacha a cinco personas que viajaban con él en un tren en Würzburg. Menos de una semana después, un refugiado sirio de 27 años se hizo estallar frente a un bar en Ansbach, causando heridas a quince personas.