“A los 22 años, una productora me preguntó si quería ser actor”

Desde 2013, Gustavo Guillén se instaló en la ciudad de La Plata. Hace una semana, volvió a la televisión con Quiero vivir a tu lado, novela en la que interpreta a la pareja de Lizzy Tagliani

En agosto de 2013, Gustavo Guillén conoció a su actual mujer, Luciana, y decidieron casarse. Fue entonces cuando el actor creyó que era más conveniente instalarse en La Plata, de donde era ella. “Desde hace unos años soy más platense que otra cosa”, afirmó Guillén.

El último trabajo en la televisión antes de ser convocado para formar parte de la nueva tira de Pol-ka había sido tres años atrás, cuando hizo de Tavo en Somos familia, la ficción que emitió Telefe. Ahora, vive en la ciudad de las diagonales y, de vez en cuando, hace un viaje a Capital para participar en alguna de las novelas de turno. “La ficción es algo innato”, aseguró.

—¿Cómo fueron tus comienzos en la actuación?

—Después de haber formado parte de una banda que pasó sin pena ni olvido, pensé que debía reencontrarme con el arte y me planteé que el instrumento era yo mismo. Así fue como comencé a estudiar teatro. Un día, a mis 22 años, discutía con una novia en la puerta de mi casa materna y pasó dos veces una productora. A la tercera, se acercó y me preguntó si quería ser actor. Acepté y me presenté a una prueba para un personaje de una novela de Canal 13. Después trabajé en La cuñada (1987), una ficción protagonizada por María del Carmen Valenzuela y Daniel Fanego, ese papel fue el puntapié inicial de mi carrera.

—¿De qué manera te relacionaste con la música?

—Cuando tenía 17 años descubrí en la casa de unos amigos que había una batería. Entusiasmado, le pedí  a uno de ellos que me enseñara unas bases. Al poco tiempo, casi sin darnos cuenta, formamos una banda que tenía algunas reminiscencias a Kiss, que en la década del 80 eran un furor. Después, tocamos en la fiesta de un colegio, en una terraza, y le pedimos a uno de los presentes que apretara el botón de un micrófono así teníamos un registro musical de los temas de la banda. Cuando terminó la presentación, nos dijo que no había grabado nada. Por las limitaciones propias que teníamos, en ese entonces no existían las tecnologías ni las facilidades que hay ahora, la formación musical duró un año y pasó sin pena ni gloria.

—Fuera de Peligro es tu nueva banda, ¿cómo volviste a la música?

—Es sencillo, con el paso de los años recordaba aquellos tiempos en mi juventud, siempre me escuchaban hablar de esos años y me decían que era un músico frustrado. En 2008 formamos Fuera de peligro y hacíamos covers. También conocí a  Fernando Scarcella (baterista de Rata Blanca), él me animó y pusimos manos a la obra, así nació la banda, que ya tiene casi nueve años, con casi 800 shows realizados en el historial. Además, grabamos El momento, que fue nuestro primer disco, y lo presentamos en el Hard Rock Café. Sin embargo, es complejo dedicarse de lleno a la música, más si no tenés ciertos intereses o acompañamientos, como un buen sello discográfico, por eso hace unos meses decidimos organizarnos para relanzar el disco. 

—¿Cuál es el estilo que tocan?

—Tenemos como referentes a Queen, Soda Stereo, Gustavo Cerati, Coldplay, entre otros. El álbum tiene buenos temas, musicalmente suena muy bien, se lo hice escuchar a gente que no te regala nada y hemos recibido buenos elogios. Entonces, eso ayudó a que nos involucremos de lleno en la etapa de difusión y lancemos el segundo videoclip, que se llama Desnudando a la Luna, que es una canción que le dediqué a Luciana y resume nuestra historia de amor. 

 “Me decís acción y estoy listo para la cámara”

“La actuación la llevo conmigo siempre, está en mis genes, desde antes de mi nacimiento”, sostuvo Guillén. Con 54 años, lleva cerca de treinta papeles en novelas televisivas, a las que se le suman algunas participaciones teatrales.

—¿Cuál es tu opinión acerca de la televisión actual?

—Por momentos, es como si estuviera carente de contenidos, y todo se sostiene a través de esos programas con panelistas que hablan de la nada misma. Es lamentable que se le dé tanta trascendencia a ese tipo de producciones. Por otra parte, en el plano de ficción también hay una carencia de profundidad en los guiones. Lo mismo ocurre con las letras de algunas canciones actuales. Nada habla sobre el amor, sino más bien del desamor. Se centran en un lugar desafortunado, y esto mismo es lo que se trasladó a la ficción. El género de la novela, en el que siempre el protagonista era el amor, más allá de los personajes, se degeneró. 

—¿Cómo desembarcaste en Quiero vivir a tu lado?

—Siempre estoy en contacto con las productoras, con la gente de Polka, y mi representante está atenta a todo lo que va surgiendo. Hace poco me llamaron para ofrecerme un papel. Hago de Rolo, un taxista que es el novio de Lizzy Tagliani en la ficción. Es bárbara la propuesta y me encanta esta comedia.

—¿Cómo hiciste para correrte del rol de galán?

—Es un mote absolutamente secundario. Se trata de un personaje que le adjudican a uno por ser más lindo, feo, bajo, alto o morocho. Correrse de esto tiene que ver con la capacidad de reinventarse e involucrarse con la verdadera carrera, que es la de ser actor. Surgieron innumerables oportunidades para interpretar personajes malos y no me importó hacerlos, porque considero que es cuando uno más se divierte y más puede trabajar. De nada sirve quedarse en un estereotipo que solo tenga que ver con lo físico. Lo más lindo es trabajar los personajes. El mote de galán siempre lo pusieron los otros y, por supuesto, jamás me molestó.

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