ENTREVISTA EXCLUSIVA

Adrián Barilari y JAF: dos voces históricas del rock nacional se juntan en un show único

El cantante de Rata Blanca y el solista exmiembro de Riff, en diálogo con este medio, contaron cómo se conformó su nueva sociedad musical, la cual los tiene de gira por todo el país reversionando canciones de diversos estilos. Esta noche se presentan en la ciudad

Adrián Barilari y Juan Antonio Ferreyra son dos músicos que tienen el rock pesado en la sangre. El primero lleva su voz a cada lugar del mundo donde toque Rata Blanca. Por su parte, JAF supo estar al lado de Pappo, Vitico y Oscar Moro en Riff, uno de los más emblemáticos grupos de hard rock del país. 

Dueños de una presencia vocal que los tiene entre los mejores registros del país, después de mucho tiempo de conocerse decidieron llevar adelante un show llamado Barilari JAF. Esta noche a las 21.30 se presentarán en 43 entre 7 y 8 con un recital en el que reversionan canciones de todas las épocas y de artistas tan variados como sorprendentes. 

En una visita a la redacción de diario Hoy, los reconocidos artistas dieron detalles sobre esta nueva sociedad naciente.

—¿Cómo se conocieron?

JAF:—Nosotros tuvimos un approach en un altar, una vez, hace muchísimos años. Yo tenía el pelo largo y Adrián decía ay, qué lindo que es tu pelo, Juan. Entonces le respondí que era porque me gustaba tomar mucho café. En ese entonces dijimos que en algún momento íbamos a tener algo juntos. Ahora es ese momento (risas).

Adrián Barilari:—Bueno, no fue exactamente así. Nos conocimos hace años en el club La Paternal, donde este señor practica asiduamente pelota paleta y yo llevaba a mi hijo a jugar al fútbol. Ese día me arrimé a la barra, nos saludamos y empezamos a charlar. Nos conocimos más y lo invité a un show que hice tiempo atrás en Flores y él, a uno en el Gran Rex. Hoy estamos en la misma empresa, y nuestro productor Martín Toledo dijo ¿Por qué no cantan juntos? Nos propusieron hacer una canción de Foreigner (banda de rock melódico nacida en 1976) en diciembre de 2015, así que hicimos Quiero saber que es el amor, la colgamos en las redes sociales y allí nació nuestro idilio. Fue muy lindo, porque pensamos que iba a ser solo una vez y no sucedió eso. De hecho, esta ya es la segunda temporada que venimos haciendo giras y tocando temas de los 60, 70, 80, 90 y los 2000. 

—¿Cómo eligen el repertorio?

J:—Nos hemos sentado con un montón de canciones que son muy conocidas. Son hits de todos estos años que nos han gustado en nuestras vidas, en nuestras carreras, y las hemos cantado. Algunas han quedado y la minoría fue dejada de lado porque al hacer la adaptación del inglés a nuestro idioma no se condecían las letras originales con el sentir o el saber de nuestro pueblo argentino. Entonces decidimos dejarlas, pero fue todo de común acuerdo, y de más de 30 canciones quedaron 20 y pico. Es lo que estamos haciendo desde hace ya dos años con el beneplácito de muchos de nuestros fanáticos, que se divierten escuchando y entendiendo por primera vez lo que quiso decir el autor original. Por supuesto que cuando subimos al escenario no pueden faltar las canciones que Adrián canta, que todos conocen y les encantan, y las mías también. Nos divertimos, la pasamos bien y eso sale del escenario, inunda con un placer generalizado a nuestra audiencia y terminamos todos con una sonrisa en el rostro. Es muy bueno porque nos permite disfrutar de un embelesamiento general en un momento de la noche en especial. La gente lo agradece y nosotros también a todos ustedes, los periodistas, que nos permiten hablar y mostrarnos en las lentes (risas).

—¿La idea será grabar un disco o continuar con las presentaciones en vivo?

AB:—Vamos a poner nuestras canciones sobre los escenarios porque hoy ponerse a pensar en un disco con temas que no son nuestros es bastante complicado. Piensen que son versiones adaptadas al español y para eso hay que pedir muchos permisos. En 2005 lo hice y me complicó muchísimo la vida, entonces por el momento nosotros estamos muy felices haciendo esto. En realidad es un poco corrernos, tanto Juan como yo, de nuestra carrera habitual y darnos esta licencia de poder cantar estos temas con los que crecimos. Son canciones que cuando éramos pibes no sabíamos de lo que hablaban y hoy podemos darnos el lujo de ver a qué se referían. Tenemos más de veinte hits, estamos felices de poder cantarlos, con mucho profesionalismo, con grandes músicos que hacen las veces de muchas bandas, porque pasamos de AC/DC, a The Beatles, de Lenny Kravitz a Evanescence. Entre temas vamos contando anécdotas, intercambiamos con el público, tomamos unos tragos y lo disfrutamos mucho. 

—¿Van a seguir de gira? ¿Tienen pensado llevar este show al exterior?

AB:—Hoy estaremos en La Plata dando un show para toda la familia. Próximamente en el Teatro Rivadavia en Capital Federal y la otra semana nos vamos a Mendoza, San Juan, Mar del Plata, Tandil y Bahía Blanca. Hicimos la prueba de presentarnos en Uruguay y ahora alguien se acercó para proponernos hacer algo en Estados Unidos. Estamos viendo, porque tiene que ver con nuestros tiempos, ya que prioridades tenemos muchas y cada uno tiene sus carreras. Entonces esto lo hacemos cuando estamos cansados de estar en casa, nos miramos diciendo “nos vamos de gira, Juan”, y nuestras familias nos acompañan.

—¿Suelen ir a ver bandas emergentes?

J:—A mí me llegan un montón de discos de nuevos artistas que trabajosamente graban en sus lugares, y de las cosas que escucho puedo asegurar que muestran un talento muy grande. A veces me preguntan en las notas sobre el rock nacional, pensando que puedo referirme a alguien conocido, pero realmente no quiero hablar de la gente que está en los grandes medios de comunicación sin dejar de mencionar a los nuevos artistas que son ignotos, incipientes, pero que realmente muestran una capacidad enorme. 

—¿Cómo se preparan antes de cada función?

AB:—Previamente a cada show, intento levantarme lo más tarde posible para luego probar sonido, pisar la cancha y dar un buen espectáculo. Nos relajamos mucho, los errores que surgen son parte del show también. La gente disfruta hasta cuando nos equivocamos. 

J:—Queremos que la gente que viene a vernos y que se esfuerza por pagar una entrada para participar de la noche reciba un sonido impecable, que sea un canal perfecto entre lo que sale del escenario y lo que llega a los oídos del público. Para eso hay que hacer una buena puesta sónica. Somos diez personas sobre el escenario, no es algo sencillo. Yo me tomo una hora y media y acomodo todo. Hay una gran expectativa, son nuestros fanáticos y eso nos impulsa para dar lo mejor de nuestra parte. Los padres nos traen a sus hijos y queremos corresponder con una actuación espontánea, que es lo mejor que nos puede pasar. 

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