Andrea Estévez, un talento de exportación

En la actualidad, la intérprete, modelo y bailarina se encuentra en Estados Unidos cumpliendo con numerosos compromisos laborales. Entre ellos, su primer protagónico cinematográfico y la participación en la banda sonora del mentado filme 

A los 4 años, Andrea Estévez decidió cuál sería la profesión que la acompañaría en su vida. Es por ello que les confesó a sus padres que deseaba ser bailarina clásica. A paso firme, la joven construyó una certera carrera en el Teatro Colón y el American Ballet. Sin embargo, a sus 19 años, sufrió una grave lesión en el pie izquierdo y debió alejarse de su amada vocación.

Fue en ese momento que comenzó a tomar clases de teatro con Agustín Alezzo y descubrió que tenía otra pasión sin despertar y que la actuación “tiene relación directa con la danza, ya que ambas se expresan a través del cuerpo”. Además, esta multifacética mujer participó de una de edición de Miss Argentina donde encontró el gusto por el modelaje, profesión que también ejerce hasta la actualidad.

Este año será bastante agitado para Andrea porque tiene compromisos adquiridos en la Argentina y en Estados Unidos, donde reside actualmente. Hace 8 años que conduce Celebrity cars por Garage TV y este año también continuará al frente del programa. Además está ultimando los detalles de Almas de furia, una película que pronto se proyectará y que la tiene como figura estelar. 

Durante una entrevista íntima con este medio, la actriz se expresó sobre sus primeros pasos en el arte, la actualidad laboral y su primer papel protagónico en el cine. También habló de la feliz situación sentimental que atraviesa.

—Desde hace un tiempo estás residiendo entre nuestro país y el exterior, ¿en qué proyectos te encontrás inmersa?

—No me fui definitivamente de la Argentina.  Pero por propuestas laborales en Estados Unidos, más precisamente en Miami y New York, dejé la producción teatral, que hice durante 13 años, para ir a trabajar allá. 

Actualmente estoy en Miami con la producción de Almas de furia, que significó mi primer protagónico en cine, en la que comparto elenco con Pablo Yotich, Alejandro Fiore y Toti Ciliberto. También me encuentro ultimando los detalles de la banda de sonido en Wana Music junto con Nazareno Andorno, quien trabajó como productor de Plácido Domingo y Alejandro Sanz, entre otros.

Asimismo estoy cerrando un proyecto en Estados Unidos del que no puedo adelantar nada. 

—Después de tantos años en el medio artístico, ¿qué relación lograste construir con el público?

—A mí me gusta el reconocimiento de los espectadores. Una vez me lo dijo Federico Luppi: “Uno trabaja para que la gente lo reconozca”. No entiendo a los artistas que les molesta el público. A mí me encanta el contacto con los seguidores, charlo con ellos y subo fotos a mis redes sociales. En este viaje, me encontré con personas de la Argentina y otros países de Latinoamérica donde se ven mis comerciales. Ellos me pidieron fotos y saludos.

—En esta era de la comunicación, ¿cómo preservás tu bajo perfil? ¿Usás las redes sociales?

—Si, las utilizo. Leo los comentarios y contesto, pues me gusta el contacto con los fans. Soy muy twittera pero ahora está de moda el Instagram así que estoy aprendiendo a usarlo. Tengo una fanpage en Facebook y agradezco a todos porque las redes sirven para estar en contacto, aun con el paso de los años. 

Respecto a mi bajo perfil, siempre me mostré como soy. No tengo un personaje de televisión que llama la atención para ganar prensa. Soy una persona común como cualquier mujer que esté leyendo esta nota, solo que mi trabajo y mi vida muchas veces salen por los medios. Me gusta ser reservada y mantener mi vida lo más privada posible. Soy una laburante de este ambiente, empecé desde chica y elijo mi profesión como medio de vida para siempre, no para una explosión mediática y transitoria.

—¿Cuál es tu situación sentimental?

—Estoy en el momento más lindo de mi vida: de novia y comprometida con Juan Manuel, a quien conocí hace un año y 5 meses. En él, encontré todo lo que necesitaba para ser feliz. 

—¿Qué cábalas tenés?

—Cuento mis proyectos cuando están firmados porque la envidia tiene sueño liviano. Antes de una función, siempre me hago la señal de la cruz y llevo una cinta roja.

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