“Antes de Game of thrones, crear idiomas para series de TV era impensable para un lingüista”

A partir de un concurso, David J. Peterson comenzó a trabajar para la elogiada ficción de HBO. En diálogo con este medio, habló del proceso de gestación de las lenguas de la producción que esta noche estrena su séptima temporada

En el año 2000, David J. Peterson realizó un curso de lingüística y quedó perdidamente enamorado de la disciplina. A partir de entonces, entendió que era la carrera ideal para complementar sus estudios en lengua inglesa.

Sin embargo, algo que jamás se cruzó por la mente del joven de 36 años, nacido en California, fue la posibilidad de que su salida laboral incluyera trabajos en televisión. Y mucho menos pensó que podría formar parte de una de las ficciones más halagadas por la crítica.

Pero la vida está llena de sorpresas y una de sus tantas vueltas terminó con una oportunidad ineludible para Peterson. HBO organizaba un concurso convocando a creadores de lenguas para los distintos pueblos que conforman la trama de Game of thrones. Es que la serie se basaba en los libros de George R. R. Martin, y en estos solo había algunos vocablos sueltos.

Gracias a este trabajo, las puertas se le abrieron de par en par al californiano, quien después de la ficción fantástica trabajó en producciones como The 100, Defiance, Thor: the dark world y Doctor Strange, entre otras.

En diálogo con este medio, Peterson aseguró que “antes de Game of thrones, crear idiomas para series de televisión era impensable para un lingüista”, y habló del proceso a partir del cual se gestan sus lenguas.

—¿Cómo llegaste a HBO?

—Game of thrones fue la primera producción en la que trabajé. Para ser contratado, participé en una competición con muchos creadores de lenguas muy bien calificados. El concurso duró un mes y medio, y después de dos rondas de jurados, mi propuesta fue elegida. 

—¿Cuánto tiempo te lleva pensar una lengua?

—Por lo general, me gusta tomarme entre seis y doce meses para crear un lenguaje. Con esta serie estuve solo un mes y medio, debido a la naturaleza de la competición.

—Fue uno de tus trabajos más relevantes, pero estuviste en otros proyectos, ¿cuál fue tu favorito?

—Mi preferido es Defiance, de la señal SyFy. Además fue el más difícil, ya que debí cumplir muchas más responsabilidades que las que acostumbraba en otros shows. Tuve que crear más lenguajes: cuatro idiomas completos con sus respectivos sistemas de escritura, y redacté o traduje las letras de más de veinte canciones. Comenté los libretos, los revisé, trabajé con los actores, ayudé a crear la señalización para el departamento de arte y contribuí con material extra para el show. Fue una cantidad de responsabilidades impresionante para alguien en mi posición. A veces era agotador, pero sin dudas fue la mejor experiencia que tuve.

—¿Cómo les enseñás estos lenguajes a los actores?

—Los actores, por supuesto, no aprenden los idiomas. No lo necesitan. Simplemente escuchan los audios en los que les grabo sus líneas, las memorizan y las reproducen en el set. Lo único con lo que necesitan ayuda, a veces, es con la pronunciación. Pero la mayoría es adepta a escuchar las grabaciones y repetirlas.

—¿También creás los insultos y las groserías?

—Tengo que crear un vocabulario para traducir lo que sea que esté en el guión y, a menudo, eso incluye insultar y maldecir. Es una parte muy común del trabajo.

—Es una pregunta un poco filosófica, pero ¿pensás que un idioma universal serviría para acercar las culturas del mundo?

—De ninguna manera. Lo que necesitamos es tolerancia y entendimiento universal. Eso se puede lograr sin unir al mundo entero bajo una lengua común, ya sea creada o no. Francamente, creo que estamos mejor con los incontables idiomas. Podríamos existir con una lengua única, pero el mundo sería monótono, menos colorido, menos interesante. Perdemos mucho más que vocabulario cuando perdemos, por ejemplo, un dialecto, es impensable que se dejen de usar las lenguas.

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