Bruja: el filme que une lo esotérico con el poder femenino

En un adelanto exclusivo, los protagonistas hablaron de la producción de Marcelo Paez Cubells, que comenzará a rodarse el próximo lunes. La película mezclará el mundo místico con la búsqueda desesperada de una madre

El próximo lunes, de la mano del director Marcelo Paez Cubells, comenzará el rodaje del filme Bruja. La nueva producción argentina estará ambientada en un pequeño pueblo y desarrollará diversos temas tabú como la brujería y la trata de personas.

Protagonizado por Érica Rivas, su hija Miranda de la Serna, Leticia Brédice, Pablo Rago, Rita Cortese, Juan Grandinetti y Gregorio Rossello, este thriller cuenta la historia de Selena (Rivas), una madre soltera que vive con su hija adolescente, Belén (De la Serna), en una humilde chacra en las afueras de un pequeño pueblo. Aunque Selena maneja la magia negra, nunca la ha utilizado contra nadie. Un día, su hija es secuestrada junto a otras jóvenes del pueblo por una red de prostitución y su madre, desesperada, se verá obligada a utilizar todos sus recursos para encontrarla.  

Antes del comienzo de esta inquietante producción, diario Hoy habló con sus protagonistas sobre cómo se preparan para encarar el filme que se rodará durante cinco semanas.

—¿En qué circunstancias surgió Bruja?

Marcelo Paez Cubells:—Hace un año conocí a Matías Caruso, el responsable y escritor del guión, y surgió este proyecto mutuo. Ya que tenemos un elenco muy fuerte, quisimos empezar a difundir el filme y que la gente sepa de la película.

—¿Cómo se preparan para iniciar el rodaje?

Pablo Rago:—El personaje aún no está terminado, en estos días me pruebo el vestuario, que considero será fundamental. Además estuve reuniéndome con Marcelo para charlar sobre mi rol. Las películas son una experiencia rara, porque no son como el teatro, que uno ensaya dos meses, va inventando una historia y se prepara para un estreno. Cuando uno filma, se generan vínculos en muy poco tiempo y eso es lo divertido del cine. Esta experiencia tiene esa cosa maravillosa. En el día a día te vas encontrando con tu familia, aunque no nos conozcamos con los integrantes del elenco. Lo mismo sucede con el equipo técnico, con los que ya trabajé previamente. Después el filme queda en manos del director y luego pasa a ser del público.

Estoy muy entusiasmado ante esta posibilidad de trabajar junto a Érica. Me parece una de las mejores actrices que vi en mi vida. La he ido a ver al teatro en Escenas de la vida conyugal, en donde trabaja con Ricardo Darín, y me pareció increíble.

Leticia Brédice:—En cine lo más difícil es tener grandes y buenos compañeros, personas que te enseñen como lo hizo Héctor Alterio cuando trabajamos en Cenizas del paraíso. Él me dijo: “Nena, el primer día de filmación buscate una silla y subite a cantar un tango delante de todos, sin vergüenza”. A mi juego me llamaron, me dije. Soy inquieta, pero puse la banqueta y empecé a cantar. La metáfora es que en cine hay que esperar mucho y por eso tener buenos compañeros es toda una bendición. La realidad es que me hizo bien leer el guión porque lo sentí genial. Me gusta el tema de la brujería, que es tan femenino y tabú.

—En tu caso, Pablo, te encontraste con Marcelo en la cancha y ahí acordaron trabajar juntos, pero ¿qué fue lo que más te gustó del guión para aceptar la propuesta?

PR:—Está perfecto, es una historia poco común porque habla de una bruja. Lo leí de una y fue fundamental cuando me junté con Marcelo porque nos entendimos perfectamente, hablamos de cine, de mujeres y de River Plate. También me pareció que hizo una excelente selección de elenco y hay que tener talento para eso, hay muchos directores que no lo tienen

—¿Cómo los atraviesa participar de una producción cuya temática es la trata de mujeres?

Juan Grandinetti:—Tengo cuatro hermanas, me crié entre mujeres, entonces es un tema que está latente y presente. También hay que ser consciente de que hay mucha información que no nos llega. Abordamos todo con mucho respeto. Estoy contento, esperamos concientizarnos a nosotros mismos y también a la gente que vaya a verla.

Gregorio Rossello:—Tengo una hermana que es trabajadora social, la envidio y admiro. Ella me llena de orgullo. A su vez, tengo un rol como comunicador, estoy muy fuerte en Instagram con un millón de seguidores, hago un video de humor por día. Este género tiene una bajada de línea, donde se expone a la mujer. Por eso, cuando hago videos con mi novia, me fijo qué decimos, de qué forma, en qué roles estamos y cuál es el resultado final. Si se quiere, mi aporte, mi rol de militancia va desde el lugar de comunicador, donde trato de bajar un mensaje copado y sincero que tenga que ver con lo que hago en mi vida.

Madres, hijas y brujas

Además de contar con un gran elenco, Bruja tendrá en sus filas a Érica Rivas y a Miranda de la Serna, madre e hija en la vida real y en el filme. Érica, una actriz consolidada, y Miranda, una joven estrella en ascenso, trabajarán por segunda vez en una producción para la pantalla grande.

—¿Cómo se dio la oportunidad de trabajar juntas por segunda vez?

Érica Rivas:—El guión me llegó a mí, lo leí de un tirón y el título me pareció maravilloso. Al terminar de verlo, me dieron ganas de actuarlo. Antes de mí hubo otras actrices que no podían hacerlo, gracias a Dios o no sé a quién (risas). Cuando me decidí a hacerla, estaba vacante el rol de Belén y propuse que lo hiciera Miranda.

Miranda de la Serna:—En 2008 ya habíamos hecho Antes del estreno. Por eso, cuando mi mamá terminó el guión de Bruja y me contó de qué se trataba, me quedé fascinada con la idea, porque no hay producciones sobre estos temas en la Argentina. Le dije que me avisara si había alguna chance, algún papel. Como el personaje de Belén no tenía actriz definida, me reuní con el director. Se ve que le gustó mi actuación y así surgió la oportunidad. Considero que es muy importante, porque trata un tema muy importante al que no se le da la relevancia que amerita. Está bueno que a la problemática de la trata se le dé la entidad que merece. 

—La película aborda el tema de la trata de mujeres, ¿apelaste a emociones personales para armar a Selena?

ER:—¿Viste ese dicho que decimos en las marchas, “si la tocan a una, tocan a todas”? Es realmente una sensación de empatía que tenemos las mujeres. Es también nuestra fuerza. Entonces apelo siempre a mi emoción como mamá, a mi incondicionalidad, a mi sensación de eternidad y a un montón de cosas que me surgieron a partir de la maternidad. En este caso todo es mucho más fuerte, porque Miranda participa del proyecto. También le estoy traspasando un conocimiento, que es como decir que es una brujería (risas).

—¿Cómo fue la experiencia de estar en Cannes con La Cordillera, el filme de Santiago Mitre?

ER:—Muy bien, recién estoy volviendo, todo fue fascinante.