Carolina Peleritti: “La música me dio identidad”

La actriz e incipiente cantante, intensa y madura,  se abocó al folclore y trabaja en su próximo disco. En las vísperas de su debut en La Plata, adelantó los detalles del show que realizará en Ciudad Vieja, situado en 17 y 71

La estética de los años 90 tuvo como protagonistas a supermodelos con piernas eternas y rostros exóticos. Uno de sus exponentes fue Carolina Peleritti, que conserva  pocos detalles de la musa fashionista que supo ser. La mirada relajada y su pelo al natural reflejan que cambió y transitó caminos de crisis, oportunidades y descubrimientos. 

Durante una entrevista íntima con este medio, la exmodelo se expresó sobre las aristas de su carrera en cine, teatro y televisión, haciendo hincapié en su profesión actual, que es  la música popular.

Canta conmigo, canta

En la actualidad, lidera una formación musical que recorre un extenso cancionero folclórico, que incluye interpretaciones clásicas y modernas, en cada una de sus presentaciones. 

—¿Por qué abandonaste el modelaje? ¿Y la actuación?

—El universo de la moda, aceptarme con mi estilo y ante la mirada de los otros fue un oficio por aprender para una chica de 17 años. Mi imagen estaba sobreexpuesta pero mi palabra y voz guardadas. Llegué a actuar y desfilar al mismo tiempo, pero cuando hice la obra Orinoco, abandoné el modelaje. Pasaron unos años donde no trabajé ni me expuse, para prepararme. Luego me convocaron para Confesiones de mujeres de 30, sentí que estaba lista y tenía las herramientas de una profesional. Este caminar me trajo a esta expresión que es la voz y el canto, eligiendo un repertorio folclórico, ese mismo que escuchaba siendo muy chica en mi casa, esa emoción, ese decir y esa música que me conmovieron.

—¿Cuándo y por qué iniciaste tu camino en la música?

—Fue un trabajo personal, de técnica y de conocimiento, de sacar para afuera algo genuino y propio, algo misterioso y escondido. Encontré esa música interna, esa que me dio identidad. No me animaba a cantar porque no sabía qué cantar, aunque con cada maestro siempre elegís temas, siempre la pregunta íntima era: ¿Qué quiero interpretar? En un momento, me reencontré con el repertorio folclórico, esos discos que había escuchado y estaban dentro mío. 

—Tras las primeras experiencias ¿cómo seguiste?

—Empecé a acompañarme con un cultrún (instrumento de percusión de origen mapuche) que tenía en mi casa, a cantar sola, a escuchar y escuchar, pero todavía no me animaba. Un amigo me dijo: Tenés que conocer a Jaime Torres. Fuimos a un concierto suyo y nos hicimos compinches con su familia y con él. Tiempo después Jaime, con la lucidez de un maestro que abre camino y su generosidad, me invitó a cantar un tema en Humahuaca en el Tantanakuy. Acepté y entoné Vámonos vida mía de Leda Valladares. Luego surgieron proyectos musicales que me acercaron a cantoras admiradas y queridas. Así surgió La jaula abierta, la obra que hice junto a Rita Cortese, Lidia Borda, Teresa Parodi y Dolores Solá. Fue una tertulia musical donde empecé a cantar, siendo parte y anfitriona, junto a ellas. Ahora, sigo cantando, compartiendo escenarios, aceptando invitaciones y teniendo cruces musicales con músicos amigos. En el 2015 se formó el quinteto y tenemos un repertorio de folclore y música popular. La banda está conformada por Fernando Villareal en guitarra, Daniel Tejeda en bombo, Julio Martínez en saxo barítono, Diego Moller en violín, Franco Carzzeda en percusión afrolatina y quien les habla en voces y coros.

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