Crónica de un romance sin anunciar

Laurita Fernández y Federico Bal fueron fotografiados saliendo de un hotel de Carlos Paz. Encima, el viaje de regreso a Buenos Aires lo realizaron juntos en el automóvil del actor. 

De esta manera, todo parece indicar que la pasión entre ellos es indiscutible. Sin embargo, y a pesar de las evidencias, ambos desmienten hasta el hartazgo el romance entre ellos. 

Ni lentos ni perezosos, estos negadores no perdieron la oportunidad de encontrarse y compartir momentos en las sierras. La bailarina y el actor llevaron a cabo un plan estratégico para verse y pasar de­sapercibidos ante la ola mediática que los envuelve. 

Laurita adelantó su vuelo y viajó un día antes que sus compañeras de modelaje. Según la versión instalada, anticipó la llegada a Córdoba para acompañar a 

Federico a una discoteca de Carlos Paz. Además, la rubia cuidó la espalda de su “amigo”, ya que Ailén Bechara estaba en la misma ciudad y, en los últimos días, se la vinculó sentimentalmente al muchacho en cuestión. 

Lo curioso sucedió en el momento en que Fernández abandonó su lugar de residencia y se trasladó al mismo hotel en que Federico y el elenco de Enredados estaban alojados. Cuando finalizó la corta estadía, ella decidió regresar a Buenos Aires como copiloto de su pareja de baile. 

A la salida del hospedaje, fueron fotografiados por la prensa local, esas imágenes significan otra prueba certera de lo que ellos se rehúsan a admitir.

En la última presentación del dúo en ShowMatch, Ángel de Brito, periodista y jurado del certamen, cuestionó la falta de sinceridad de los jóvenes con respecto a su amorío. Para no perder la costumbre, lo negaron. La modelo, en defensa de su soltería, dijo: “Nos organizamos de esta manera para compartir los gastos del viaje”. Luego repudió los cuestionamientos de su estado sentimental expresándose a través de Twitter. ¿Será cuestión de tiempo para que se confiesen?

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