Dolor: a los 77 años, falleció Andrés Percivale

Fue uno de los periodistas más queridos de la televisión argentina. Trabajó como corresponsal de guerra en Vietnam, cubrió el Cordobazo y la llegada del hombre a la Luna

Nació en Buenos Aires el 23 de julio de 1939, y en 1966 condujo la primera emisión de Telenoche junto a Mónica Cahen D’Anvers. Hizo coberturas como corresponsal de guerra en Vietnam a sus 29 años, luego viajó a cubrir el mítico Mayo Francés en 1968 y el Cordobazo un año después. También condujo la transmisión de la llegada del hombre a la Luna. Andrés Percivale fue un periodista de raza, uno de los últimos de su especie, y se fue ayer a los 77 años de edad en la misma ciudad que lo vio nacer.

En su momento tomó la conducción de Telenoche como algo para juntar dinero. Así lo recordó en una entrevista: “Mi razonamiento en aquellos momentos era: bueno, yo después de estos tres meses vivo tranquilo económicamente todo el año y me dedico a la facultad. Pero el éxito desbordó todos los planes”.

Entre los años 1970 y 1975 obtuvo cinco premios Martín Fierro, y además apareció en los ciclos Las tres medias de Andrés, Los retratos de Andrés, De acuerdo con Andrés, Loft, Gracias por venir, gracias por estar, El espejo, Teleobjetivo, Sábado bus y Hechos y protagonistas, que en 2014 fue su última aparición en la televisión argentina.

Además de periodista, sus inquietudes artísticas lo llevaron a dirigir en 1974 la obra teatral Greta Garbo, quién diría, está bien y vive en Barracas. Más adelante fue actor en Andrés en Michelangelo; participó en la revista Érase una vez en Buenos Aires, junto a Gogó Andreu, Dringue Farías, Rafael Carret y otros grandes, en el teatro El Nacional; actuó en ¡Diferentes!, en Teatro el Astral, al lado de Jorge Barreiro y Ricardo Bauleo; y se lució por última vez en Mix, en Multiteatro, en 2012, una obra de Noël Coward dirigida por Santiago Doria, junto a Pablo Alarcón y Thelma Biral.

Tras su muerte, las muestras de afecto se multiplicaron en las redes sociales para despedir a una de las útlimas presencias fuertes que quedaban de la época de oro de la televisión nacional, y uno de los pocos periodistas que se ganaron el cariño, el respeto y la credibilidad de gran parte de los argentinos. Hasta siempre.