Dolores Barreiro:“Mi familia es mi mejor logro”

La modelo está casada con Matías Camisani y tienen cinco hijos. La clave de su éxito es “no parar jamás” 

Es dueña de una figura imponente y sus piernas eternas son inolvidables. Dolores Barreiro, encantadora y sencilla, es una mujer todoterreno. Durante el día se ocupa de Holi, la marca que fundó hace cinco años, de los quehaceres de su casa y de las actividades de los cinco niños, cuyas edades van desde los siete meses hasta los 15 años. Junto con Matías Camisani, su esposo, llevan adelante este grupo familiar. Hace 11 años decidieron irse de Capital Federal para vivir en las afueras de la ciudad, en un barrio privado de Ingeniero Maschwitz. En su refugio tienen una sala de ensayo, una huerta propia y es “el lugar preferido en el mundo”, según relató Dolores. 

En una entrevista íntima con este medio, la modelo habló sobre la vida en familia, la pareja y sus proyectos laborales. 

El camino de la vida

En 1996, durante una campaña publicitaria realizada en México, Dolores y Matías se conocieron para no despegarse jamás.  Llevan veinte años juntos. Han crecido, madurado y armado un hogar en común, fruto del amor y la voluntad. Al respecto, la conductora dijo: “Con Matías nos hicimos a nuestra medida. Nos encanta estar juntos y la pasamos muy bien”. 

Además, destacó que organiza las actividades propias de la rutina y el secreto para no olvidarse de nada es una placa en la cocina, donde tienen un ayuda memoria con todas las obligaciones diarias de Valentino, Salvador, Milo y Suria.  “Las oficinas de producción y ventas al por mayor están frente a la casa”, por lo cual puede estar en su hogar y trabajar a la vez, bajo la mirada de Indra, su pequeña de siete meses, que no la deja ni a sol ni a sombra. 

—¿Cómo te encuentra este presente?

—Espléndida, porque tengo todo lo que quiero: experiencia, armonía, amor y estabilidad. Trato de mejorar como persona para criar a mis hijos de la mejor manera posible. Además, tenía una asignatura pendiente después de cuatro varones y llegó Indra. ¡De qué me voy a quejar! Soy una persona normal, casada, con cinco chicos y el trabajo que eso implica. Hago malabares como todos para mantener el equilibrio. 

—¿Cómo te las arreglás para criar a chicos de tan diversas edades?

—Los cuatro varones están enternecidos con la llegada de Indra. Son muy diferentes entre sí. Estoy presente en la crianza, sobre todo con los más grandes, que están entrando a la adolescencia. Por ejemplo, Valentino y Milo tienen redes sociales, usan iPod y celular. Ojo, que solo lo usan dos horas por día, solo los viernes, sábado y domingo. Cuando se reúnen con los amigos vienen a casa, tocan el bajo.  Están muy contenidos tanto en el hogar como en la escuela. Al ser madre tengo miedo siempre, el mundo está en permanente acecho, pero hay que convivir con eso, si no les inculcás “el miedo al miedo”. 

Holi, una nueva forma de vestir 

Dolores y su madre crearon una marca exclusiva, que es producida en Buenos Aires.  Holi, es el nombre del experimento textil, que tiene diseños exclusivos con improntas hippie chic. Las prendas son modelos únicos y son intervenidas en batik por las propias manos de las chicas Barreiro. La empresaria no dejó el modelaje. Por el contrario, aún trabaja para publicidades, comerciales y campañas, porque su hiperactividad se convirtió en un estilo de vida: “Hace años que vivo así y lo disfruto muchísimo”.

—¿Te considerás una persona exitosa?

—El éxito es relativo. Estoy en pareja, desde hace 20 años, junto con el hombre que amo. Tengo cinco hijos, fruto de ese amor, y en ese caso sí me considero exitosa. Después, no me puedo quejar. Trabajo como modelo, conductora y tengo mi empresa, en la que aprendo en el día a día. 

—¿Sos el sostén económico de tu hogar?

—Podría decirse que sí. Soy muy respetuosa de esos temas a los que considero íntimos. Cada familia tiene sus propios arreglos y no­sotros desde hace 20 años que nos manejamos así. Le ponemos el pecho a la familia, al trabajo y a la vida misma. Este es mi mayor logro. 

Matías me ayuda muchísimo en todo, en la casa, con los chicos, en la empresa. Él está inmerso en su trabajo musical, tiene tres discos y también es fotógrafo de viajes.