El atraco del siglo

Pasaron tres meses del robo que sufrió Kim Kardashian en París, por el cual detuvieron a 16 sospechosos hasta el momento. Luego de sufrir un severo pico de estrés, la estrella mediática retoma su rutina habitual 

En octubre pasado tuvo lugar la Semana de la Moda en la ciudad de las luces. Por este motivo, Kim Kardashian y sus hermanas viajaron a Francia y se hospedaron en un departamento, propiedad de Kanye West, esposo de la reina de los realities. 

Entonces, luego de una ardua jornada de eventos y otras presentaciones, Kim regresó a descansar sin la compañía de sus custodios, quienes escoltaron a las otras hermanas Kardashian a una discoteca donde se celebraba una fiesta de cumpleaños. 

En ese contexto, un grupo ar­mado de delincuentes irrumpió en el edificio donde la estrella se albergaba. Primero, bajo amenazas, obligaron al portero a abrirles la puerta y luego lo maniataron junto con el agente de vigilancia que velaba por la seguridad del complejo de departamentos. De esta manera, acudieron hacia la residencia de la mediática, tiraron la puerta abajo y la ataron de pies y manos. Luego, huyeron con un botín de joyas, dinero y otros objetos tecnológicos valuados en 9 millones de euros. 

Horas después, la Policía comenzó una investigación. Por su parte, la esposa de Kanye West regresó a Estados Unidos, donde se mantuvo un tiempo considerable resguardada en la calidez de su hogar y por fuera de las actividades en redes sociales y medios de comunicación. Además, padeció ataques de pánico y otros episodios de fobia social. 

Hasta ahora, las fuerzas de seguridad francesas lograron identificar y detener a 16 sospechosos ligados al millonario robo. La clave que permitió avanzar significativamente en una causa que parecía perdida fue el hallazgo de ADN en una de las exclusivas joyas sustraídas en el atraco y que, días después, fueron encontradas por los detectives. El camino que recorrieron en el mercado negro estos objetos de preciado valor fue otra pista seguida por los investigadores, que sirvió para cercar a los malvivientes. 

“Este robo fue un trabajo interno, porque la manera en que se desarrolló todo fue demasiado precisa. Me refiero a que hubo alguien del equipo de Kim y Kanye o del complejo de apartamentos involucrado. Se colaron en el piso sabiendo que el único guardaespaldas de Kim no estaría, y sabían dónde estaban guardadas las joyas. Era la oportunidad perfecta”, afirmó una fuente cercana a la investigación.

Los progresos alcanzados hasta el momento en la causa coinciden con el regreso de Kim a la esfera pública. Después del traumático episodio, la mujer debió asistir a su esposo, quien padeció un pico de estrés y canceló su gira internacional de conciertos. 

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